CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR
Dónde estará la izquierda
Por Álvaro Abellán2 min
Opinión01-06-2003
Algunas mentiras tienen dos caras. Por un lado, un rostro fuerte, que invita al dispuesto a mentir -o a dejarse mentir- a repetirla y gritarla como si el eco y la contundencia convirtieran la fea mentira en amable verdad. Su otra faz, débil, es visible para el espíritu noble y atento a la realidad. Por eso, tantas veces, nos llama la atención la ceguera de algunos políticos abrazados al argumento débil y ridículo que a ellos les parece poderoso. Llamazares repite, una semana después, el argumento de que “18 millones de españoles son gobernados por fuerzas distintas al Partido Popular”, “el Partido Popular no ha pasado el plebiscito de las urnas”. Junto a la evidencia más inmediata -el Partido Popular gobierna sobre TODOS los españoles-, Llamazares esquiva otras casi igual de importantes: ni las manifestaciones contra la guerra han producido un vuelco político, ni los españoles hemos hecho de estas autonómicas y municipales ningún plebiscito. Pero lo grave y nuevo no es que Llamazares mienta. Lo grave -aunque antiguo- es que la izquierda que retorna al poder sea revanchista y frentista. Malo es que se hable otra vez de las dos españas en periodo electoral, pero más triste es que se mantenga ese discurso después. Aznar, en el 96, prometió gobernar para todos y dialogar con todos. Gallardón, con mayoría absoluta, tuvo palabras de aliento y conciliación con sus rivales y les invitó a trabajar juntos por mejorar la ciudad de Madrid. Fernández y Simancas, en la línea de Llamazares y Zapatero, dialogan entre ellos sobre el futuro gobierno de la Comunidad de Madrid sin dedicar una sola palabra a Esperanza Aguirre, ignorando así a la lista más votada y obviando la opinión del 46 por ciento de los madrileños, que le otorgaron su confianza. Sus palabras, al contrario, fueron: “Prometimos echar a la derecha y hemos cumplido nuestro objetivo”. Me recuerdan tanto a los nacionalistas vascos que me pregunto si querrán echar de la ciudad o marginar a la mitad de los madrileños, a todos los que no les han votado. Me pregunto dónde estará la izquierda que este país necesita.