GESCARTERA
La juez Palacios cita como imputados a dos directivos de La Caixa
Por Javier de la Fuente2 min
Economía31-05-2003
Gescartera ha dejado un agujero de unos 18.000 millones de pesetas. Es el mayor escándalo bursátil en España. En total son 2.000 inversores los que han sido estafados, de ellos 960 ya han presentado reclamación. El Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil (450 millones de pesetas), la Mutua Nacional de Policía (1.500 millones), la Fundación ONCE (550 millones) y Manos Unidas (50 millones) son algunos de los estafados.
Al frente de la banda se encuentra Antonio Camacho. El 16 de julio se le confinó en prisión preventiva. Camacho es el propietario del 60 por ciento de la agencia de valores y principal imputado en el caso. Su mano derecha es Pilar Giménez-Reyna, quien fue presidenta de Gescartera. Los cargos que se le imputan son de falsedad documental, delito societario y estafa. Camacho y Aníbal Sardón han sido los últimos en dejar la cárcel merced a la libertad bajo fianza decretada por la juez Teresa Palacios. A la lista de imputados hay que sumarle dos más. Se trata de Miguel Prats y Alfonso Castro, respectivamente director y subdirector de la sucursal de La Caixa en Majadahonda (Madrid). En esta sucursal de La Caixa, Antonio Camacho mantenía las cuentas de Gescartera Dinero de varias sociedades del grupo, así como otras a título particular. Los encargados de la investigación sospechan que Camacho posee una cuenta paralela en La Caixa, pista que podría llevar al paradero de los 18.000 millones de pesestas. Al parecer el director de la sucursal de la Caixa en Majadahonda, Miguel Prats, firmó en 1999 un certificado que Camacho utilizó para despistar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En dicho documento se daba cuenta de la verdadera situación de Gescartera Dinero, se afirmaba que la sociedad estaba pendiente de cobrar tres talones por importe de casi 4.000 millones de pesetas. Prats ya reconoció ante la juez Palacios que entre mayo de 1999 y el mismo mes del 2000 pagaron al chófer de Camacho talones por importe de más de 2.000 millones de pesetas sin que este firmara al dorso. Asimismo, Prats ha reconocido que ingresó grandes cantidades de dinero en metálico traídas por el chófer de Camacho sin preocuparse de su procedencia. El responsable de la Unidad de Vigilancia de la CNMV, Carlos Sánchez Villar, en declaraciones a la juez Palacios, ha asegurado que la certificación empleada por Camacho -en alusión al escrito donde Camacho intentó engañar a la CNMV- era una falsificación "excelente" y descargó la responsabilidad del engaño en La Caixa.