FINANZAS
El euro prosigue con su tendencia alcista
Por Alejandra Redondo1 min
Economía30-05-2003
Imparable. Con intención alcista, el euro se muestra estos días como moneda única de incontestable fuerza y valor. Una vez superado el récord histórico de los 1,1888 dólares, los analistas no prevén, por el momento, señales de recesión a lo largo del año.
La moneda única europea ha experimentado esta semana un incremento en su valor hasta el momento nunca alcanzado. Los 1,1901 dólares con los que el Banco Central Europeo (BCE) ha fijado su cotización han supuesto para la divisa un récord histórico. Sin pretensiones de calma y en disonancia con la manifiesta debilidad de la moneda estadounidense, la mayor parte de los analistas han depositado su confianza en una reducción de los tipos de interés. Lucas Papademos, vicepresidente del BCE, ha declarado por su parte que la apreciación del euro "será tenida en cuenta" por la autoridad monetaria europea en la próxima reunión de su consejo ejecutivo, a la vez que ha expresado su satisfacción por la actual fortaleza de la divisa europea, que considera "cuadra ahora mejor con los fundamentos económicos del área". Las bolsas, por su parte, se recuperan a duras penas. El comportamiento de los principales valores europeos ha acusado estos días el actual lastre que la divisa y su consecuente incremento conllevan. A principios de la sesión, tanto España como Alemania comenzaron su andadura con fuertes pérdidas. El Ibex-35, de este modo, registró un 1,36 por ciento de pérdida, mientras que en Francfort las primeras horas de descensos eclipsaban por completo la subida del índice de confianza empresarial. Por su parte, las Bolsas de París, Londres y Milán se veían igualmente afectadas al comienzo de las sesiones. Wall Street, como firme dictador de los movimientos bolsísticos mundiales, ejerció su influencia y logró un giro en tales tendencias a la baja. Comenzar la jornada con fuertes subidas animó y contagió a las bolsas europeas, las cuales consiguieron finalizar con suaves ganancias. La confianza de los consumidores y las ventas de nuevas viviendas compensaron el efecto perjudicial de la bajada del dólar y, cómo no, repercutió en todo el mundo.