ANÁLISIS DE LA SEMANA

Dios los cría

Por Gema Diego1 min

Economía04-05-2003

Nadie duda que la unión hace la fuerza pero, para que esto sea así, es necesario ponerse de acuerdo primero con aquellos con los hay que juntarse. Si no, pueden surgir multitud de complicaciones y las diferencias existentes se terminan agravando aún más. Los sindicatos se crearon para unir a los trabajadores en la lucha por unas mejores condiciones laborales. Sin embargo, las discrepancias políticas siguen prevaleciendo por delante de los intereses de clase, a pesar de que los líderes sindicales insistan en que no se venden a los partidos. Al final, la desunión termina empañando las propuestas comunes y los descontentos internos afloran de forma violenta. La empresas también llevan a cabo fusiones para tener más poder, pero las operaciones no marchan si, como en el caso de Gas Natural e Iberdrola, uno de los dos no quiere. Y menos si el Estado, representado por la Comisión Nacional de la Energía, tampoco está dispuesto a consentirlo. Los que sí son buenos aliados, sobre todo para vaciar el bolsillo del consumidor, son el desempleo y el precio de la vivienda. Mientras ambas cifras se empeñen en subir, los jóvenes seguirán teniendo problemas para encontrar un modo de emprender su propia vida. Tal vez debajo del puente, ¿no? Sobre todo porque los problemas de los indicadores económicos son los únicos verdaderamente conscientes de la fuerza de su unión, a diferencia de empresas y trabajadores. A éstos Dios los cría, pero se empeñan en no juntarse.

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