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ACHIQUE DE ESPACIOS

Justicia en el infierno

Fotografía

Por Nacho García BarcoTiempo de lectura2 min
Deportes18-06-2001

Aunque el fútbol no se caracteriza en muchas ocasiones por ser justo, tengo la sensación de que por una vez sí lo ha sido. Regresan a Primera División Sevilla, Tenerife y Betis porque han sido los mejores del campeonato. Es duro ver a la mejor afición del mundo, la del Atlético de Madrid -porque de eso no hay duda-, abandonar una vez más los sueños y las ilusiones que les vendieron una tarde de septiembre, cuando la Liga asomaba y la Segunda División se antojaba como una breve pero dura etapa en su historia. Ahora todo ha terminado y nada ha cambiado. El equipo rojiblanco seguirá en la división de plata del fútbol español al menos un año más. Y todo a pesar de haber ganado su último partido, en la última jornada. Pero no ha sido bastante, porque este año nada ha sido suficiente. Al Atlético le ha faltado un poco más de todo, una pizca más en todos y cada uno de los pasos que ha dado por la Segunda División. En una jornada de infarto, de las que engrandecen el fútbol, ni Tenerife ni Betis fallaron en los dos complicados partidos que tenían a domicilio. La victoria era sinónimo de ascenso, y en esos momentos los grandes no suelen fallar. En Leganés y Jaén, tanto tinerfeños como béticos han dejado claro por qué han estado toda la temporada en puestos de ascenso, y lo han terminado por ratificar. El Atlético pagó muy caras la dejadez y la simpleza demostradas en toda la primera vuelta del campeonato. Mal juego, poco carácter de equipo ganador, actitud nula. Así fueron pasando los meses y volando puntos del Estadio Vicente Calderón. Con pocos de esos puntos, por ejemplo el empate ante el Ferrol, o Éibar o Levante, o la derrota en Las Palmas contra Universidad, los rojiblancos estarían ahora celebrando el retorno a Primera. Pero ha quedado demostrado que en Segunda no valen los regalos. Y el Atlético ha regalado demasiado en nueve meses: sólo al final se dio cuenta de que podía hacerlo, pero le han faltado jornadas para volver de donde vino. Podrá hacerlo el próximo año si la actitud es la misma que en esta recta final de campeonato. Con eso y la mano de Luis Aragonés podría ser suficiente.

Fotografía de Nacho García Barco