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SIN ESPINAS

Mentiras, Nunca Mais

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura3 min
Opinión23-02-2003

Decir que a la manifestación convocada por Nunca Mais acudieron un millón de personas es una mentira tan grande y tan gorda como afirmar que sólo asistieron cien mil. Pero lo peor no es lo grande o lo gorda que sea; lo peor es lo que eso dice de los responsables de la plataforma Nunca Mais y de la Delegación del Gobierno que representa a esos mismos ciudadanos que se manifiestan. Hace falta tener cara para reírse en la de los demás y quedar impune. En la era espacial, galáctica, interestelar, multidisciplinar, megacientífica e hipertecnológica no es demasiado difícil medir el número de personas que acuden a una manifestación. Es una cuestión de espacio y densidad. Con unas simples fotografías aéreas desde un helicóptero de la policía que vigila este tipo de actos, uno sabe que si la Plaza de la Cibeles tiene x metros cuadrados y una persona de pie ocupa x metros cuadrados sólo hay que calcular el espacio que ese número de personas está ocupando y en qué medida lo está haciendo. Eso tú y yo no lo vamos a hacer cada vez que se convoque una bendita manifestación. Ellos lo saben, y por eso se aprovechan. Entre un millón y cien mil hay un grado de indignación de novecientos mil, que es el ojo de buen cubero que ya no me ve un pijo de tanto utilizarlo. Ya está bien de usar a los ciudadanos, de jugar con ellos, de aprovechar los datos para arrojárselos luego al del escaño de enfrente. Al final, no sé cuantas santas personas se dieron ayer el palizón de horas de autobús después de haberse pringado de chapapote durante tres meses. Ni cuantas se unieron aquí en Madrid a su causa. Y me quedo sin conocer un dato esencial para poder mirar el termómetro de su angustia. Ese que moviliza las voluntades de los más generosos para marchar a ayudarles. ¡Qué encima de que te torea la vida y un puñado de corsarios, lo hagan tus representantes...! Tan piratas y mentirosos los que se atreven a dar un dato como el otro. Y como saben que antes se pilla a un mentiroso que a un cojo ni se atreven a desmentirse entre ellos. ¿Qué moda es esta? ¿Admitirlo es otra de esas cosas políticamente correctas? Ah, como siempre es lo mismo. En la pasada huelga general, los sindicatos hablaron de un seguimiento del 80 por ciento y el gobierno del 20. Aturdido por tanta falsedad ya no recuerdo más que estas insignificantes cifras que obvio porque insultan a mi inteligencia. Vamos, que esto no es una dictadura informativa porque ambas fuentes se han puesto de acuerdo en que al menos las cifras cuadren en el cien por cien. En el último referéndum de Irak, el ciento uno por cien votó a favor del régimen de Sadam. ¡Qué alivio que aquí no nos mientan tanto! ¡Qué desfachatez! Tener que dar las dos cifras en un boletín informativo de una emisora local es lo menos mediocre y más objetivo que como profesional está en tu mano hacer. Pero que, con los recursos que tienen a su disposición la agencia EFE, la Cadena SER, Onda Cero, RNE, la COPE y todas las televisiones y periódicos de este país se queden tranquilos ofreciéndoles a sus lectores y oyentes esos mismos datos es aberrante y vergonzoso. ¿Mediocridad o falta de interés? No, hombre; mucho interés... Mentiras, nunca mais.

Fotografía de Javier de la Rosa