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CATÁSTROFE ECOLÓGICA

La ¬sangre negra¬ del ¬Prestige¬ llega a las costas francesas

Por Fernando Cancio MartínezTiempo de lectura2 min
Sociedad02-01-2003

Ya no sólo España sufre las tristes consecuencias del vertido del Prestige. Ahora Francia tiene que hacer frente a las primeras manchas que empiezan a llegar a sus costas. Tras una semana, en la que comenzaron a aparecer pequeñas galletas de fuel, varios kilómetros de costas tienen ya un cierto color negro.

El martes comenzó el pánico. Pequeñas galletas de fuel aparecían en la playa de las Landas. Era la señal inequívoca de que la estela de Prestige seguía avanzando. El jueves, esta playa, al oeste de Francia, recibía las manchas de petróleo. Lo que en un principio sólo fueron doce kilómetros manchados, se convirtió, con los días y las inclemencias del tiempo, en un gran número de pequeñas manchas que poco a poco iban llegando a más playas, como la de Gironde. Los vientos del sudoeste desplazaron el viento hasta zonas en las que aún no habían aparecido restos de chapapote. Orillas como la de Charente-Maritime amanecían el sábado cubiertas de negro. Tras varios vuelos por el Golfo de Vizcaya se detectaron quince nuevas manchas situadas a menos de 80 kilómetros de la costa gala. Una de las manchas estaba a 25 kilómetros de la Isla de Yeu, en Vendée. En Galicia, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, explicaba el miércoles que no sabía si podría repetirse una nueva marea negra. Ante la posibilidad de que más fuel llegase a la Costa de la Muerte, señaló que podrían ser restos de otras manchas o fuel expulsado desde el propio petrolero. De momento las zonas más afectadas siguen siendo las situadas entre Camariñas y Muxía. Durante la semana pasada playas como la de Touriñán seguían recibiendo crudo. Pero Francia no sólo vivió inquieta por el vertido del Prestige. Ese mismo día, el miércoles, el petrolero turco Vicky colisionaba en el Paso de Calais, contra los restos hundidos del carguero Tricolor. Este último se hundió el pasado 14 de diciembre con cerca de 3.000 coches dentro. En un primer momento se negó cualquier posibilidad de contaminación, pero poco después se demostró que el barco perdía combustible. Los 24 miembros de la tripulación fueron rescatados y el barco, que el viernes se encontraba en aguas belgas, no presentó ninguna fisura de consideración a pesar de haber perdido parte del combustible. El fuerte temporal que asola la zona puede afectar seriamente a la nave. Varias aves fueron encontradas manchadas de petróleo en Ostende. Este no fue el primer petrolero que colisionó con el Tricolor. El 16 de diciembre chocaba también contra sus restos el Nicola, otro carguero holandés. En esta ocasión no hubo que lamentar daños personales ni naturales.

Fotografía de Fernando Cancio Martínez