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ANÁLISIS DE CULTURA

Costumbristas

Fotografía

Por Marta G. BrunoTiempo de lectura2 min
Cultura10-12-2014

A veces los mejores fotogramas son los más simples. Pensamos que lo intocable e inagotable, lo que no se puede explicar con palabras, el misticismo, decir mucho y no decir nada, pero contarlo en una sucesión de imágenes, es arte. Sí y no. El análisis de los tiempos no necesita simbolismo que valga, dadaísmo o Pop Art. El análisis de los tiempos necesita ver las cosas más claras que nunca. Más costumbrista que nunca. Un anuncio de la lotería que muestra la humanidad de lo que pudo ser y sin embargo nunca será. Tapices de mendigos que adornarán la Real Fábrica de deseos inalcanzables. Como en el cartón La gallina ciega de Goya, compramos décimos de lotería pensando que ESE será nuestro número ganador. Unos minutos de gloria entre compañeros y amigos, en los que nos vemos abandonando la rutina por la puerta grande, Curro lo habría elegido peor, pensamos, y en un momento alguien nos pincha el flotador de la alegría. “hey, despierta, que el informe tiene que estar para dentro de dos horas”. Demasiado ilógico que sigamos pensando en la suerte cuando el azar es tan malhablado año tras año, que el rasgar del cartón y de su angelical estampita no nos hace aprender a confiar en lo que podríamos hacer con esos 20 euros. Hoy, como antes, la gallina ciega va dando golpes a un aire vacío, tejiendo los tapices durante los 80 años más o menos que vivimos de media. Siempre morimos con el tapiz sin terminar de tejer, porque si lo rematáramos antes nos aburriríamos como ostras. No tejemos tapices para el Rey, porque se lleva escupirle en su alma azul, porque ellos tienen todo y nosotros nada, gritan despojados de hasta el alma los mendigos, y los no tanto, que prefieren comerse su lata de atún con la televisión apagada que sacarse un curso rápido de teoría judiciales en tres telediarios. Hoy no pintamos escenarios de caza porque nos llamarían asesinos. En el mundo del todo o nada, no sirven las medias tintas. Si viviera hoy Goya tejería adoquines sucios con gente viviendo en las calles. Hombres un poco más calvos que antes entrando en la Audiencia Nacional animados con cantos y no precisamente de sirena. Pintaría familias enteras esperando la cola de Doña Manolita para comprar su décimo premiado, para que Goya les pinte con un talante un tanto más presumido, impoluto, de buena talla. Costumbritas como el estilo que nos vio nacer.

Fotografía de Marta G. Bruno

Marta G. Bruno

Directora de Cultura de LaSemana.es

Licenciada en Periodismo

Estudio Ciencias Políticas

Trabajo en 13TV

Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press