ACHIQUE DE ESPACIOS
Incompatibilidades
Por Nacho García Barco2 min
Deportes07-07-2002
El vacío posterior al Mundial ha permitido asomar la cabeza al deporte de la canasta en los grandes titulares de la última semana. Lo malo es que lo ha hecho porque hay demasiadas controversias: como muestra, el botón de la Unión de Ligas Europeas (ULEB) y la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). Son dos agentes tan distintos que se pueden complementar. Los clubes quieren promocionar el baloncesto y conseguir el máximo dinero posible, que para eso pagan los sueldos, y si tienen el apoyo de las federaciones y de un patrocinador fuerte, como Admira (Telefónica Media), miel sobre hojuelas. Sin embargo, los egoísmos han llevado a mantener en suspenso un acuerdo que quedó a falta de rúbrica el pasado mes de marzo. La secretaría general de la FIBA no termina de convencerse de las bondades de un acuerdo para poder hacer frente a la NBA –cada vez más europeizada, y por tanto, más interesante a este lado del Atlántico–, sino que intenta torpedear todo aquello que no controle. ¿Quién debe avenirse a razones…? La respuesta parece bastante obvia. El otro gran tema son las idas y venidas del Real Madrid. Hoy despide a Alberto Herreros, mañana al director de la sección y técnico, Sergio Scariolo, pasado ficha al seleccionador nacional, Javier Imbroda –un excelente fichaje, a costa de sospechas de favoritismos, eso sí…–, y al otro readmitimos al bueno de Herreros, que no merecía el portazo en las narices que le habían dado. El hermano pobre del fútbol en el club merengue merece que, una vez calmadas las aguas, Florentino Pérez y Jorge Valdano se molesten en rodearse de un buen equipo de colaboradores que entiendan de baloncesto –y entre los veteranos del club hay mucho y muy bueno donde escoger–… y les dejen hacer. Si no en títulos, cuando menos el Real Madrid ganará muchos enteros en cuanto a ganarse a los aficionados. De momento, Imbroda es al baloncesto lo que Camacho al fútbol: garra, espectáculo y diversión están garantizados. Lo malo será que no podrá ejercer en ambos frentes, porque despertaría demasiadas suspicacias. En todo caso, como no parece que todo este jaleo vaya a impedir disfrutar con España en el Mundial de Indianápolis, que los aficionados no nos distraigamos de lo que verdaderamente importa: España que vaya sin obligaciones, con Pau Gasol y con toda la ilusión del mundo para conseguir que caiga, otra vez, una medalla en el saco.