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ACHIQUE DE ESPACIOS

El Mundial y Brasil

Fotografía

Por Nacho García BarcoTiempo de lectura2 min
Deportes01-07-2002

Tanto tiempo esperando el Campeonato del Mundo, y resulta que ha pasado por delante de nosotros sin enterarnos. Decía el otro día José Luis Garci que la vida es aquello que transcurre entre Mundial y Mundial. Viene a reflejar esa larga espera y la intensa pasión con la que los aficionados a este deporte afrontamos el mes de junio cada cuatro años. Todo para que luego no nos demos ni cuenta: al menos así ha transcurrido la cita de Corea y Japón. Y todo ello por culpa de la dichosa tele, o sea del dinero, es decir, del negocio. En fin, en eso en lo que se ha convertido el fútbol. Antes lo veíamos todo. Daba igual un Túnez-Chile que un Inglaterra-Brasil. Pesaba más todo ese halo de grandiosidad que rodeaba a un Mundial que las horas de sueño o la poca importancia del partido en cuestión. Ahora nos hemos tenido que conformar con poco: tanto que, a medio camino, había que preguntarse sin era uno de esos torneos amistosos o todo un campeonato Mundial. Eso sí, no nos han robado la final. Ni el momento mágico de ver como Cafú el Grande levantaba al cielo el mayor deseo de un futbolista. Con una sonrisa de oreja a oreja, Cafú ya es leyenda del fútbol. Se ha convertido en el primer jugador que disputa tres finales seguidas. Es el reconocimiento a la constancia, al fútbol bien hecho, al hombre capaz de permanecer por encima de épocas y de seleccionadores. En realidad, Cafú representa lo que es Brasil. El fútbol jugado con alegría, con desparpajo, con valentía y con magia. Todo ello lo hemos visto, en mayor o menor medida, en este Mundial. Brasil es pentacampeón porque cuenta con los mejores, porque tiene un bloque compensado y porque tiene a Ronaldo. Él es el otro nombre, en realidad el primero, de esta Brasil campeona. Es el triunfo de la lucha, del valor, del coraje, del hombre por encima del jugador... En un mes ha demostrado que sus lesiones y sus tres años en el infierno están olvidados. Que lucha por ser el que era y que no anda lejos de regresar a la senda que le convirtió en el mejor de todos. De momento, dos goles suyos han llevado a Brasil a ser la más grande en la historia de este santo deporte. Ronaldo lo hizo posible, y nosotros pudimos verlo. Que no es poco.

Fotografía de Nacho García Barco