ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Sentir los colores
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad26-05-2014
Si los ciudadanos españoles sintiésemos la política como el fútbol, los candidatos a liderarnos aplaudirían con las orejas. Sólo hay que ver cómo mueven las masas y los sentimientos acontecimientos deportivos como la final de la Champions de Lisboa, que bate récords de audiencia televisiva, mientras los debates políticos en plena campaña no concitaron ni el interés de los parroquianos más fieles. Y eso que, gane quien gane al fútbol, los ciudadanos tendrán que seguir adelante con su vida al día siguiente, una cotidianidad muy difílcil para muchos. Quizás sea porque, aunque pasan los años y las sociedades parecen distintas, hay cosas básicas en el ser humano que no mutan demasiado. O sea, que sigue funcionando el pan y circo. Luego están quienes, en su defensa de los colores, como ocurre con el fútbol, se escandalizan porque ciertos nombres y partidos han sido elegidos para jugar sobre el césped de la política. Y se olvidan de que todos los votos cuentan, incluso los que escandalizan por su apariencia irracional. Dicho de otro modo: que más que hablar de colores políticos, habría que referirse a una amplia amalgama de grises. Y claro, la pluralidad es buena, pues refleja mejor la división de opiniones de la ciudadanía, aunque la práctica demuestra que demasiado pacto dificulta y retrasa la toma de decisiones rápidas y constructivas. Porque más que sentir los colores, se pasa a ver el horizonte gris oscuro, como quien pierde el partido de fútbol de la década. Y no para todos los ámbitos de la vida sirve sentir los colores siendo el perdedor.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo