ANÁLISIS DE ECONOMÍA
El Minotauro del siglo XXI
Por Gema Diego
2 min
Economía05-06-2010
Es el Minotauro de nuestros días. Exige sacrificios para alimentarse y para no devorar indiscriminadamente todo lo que encuentra por el camino. Y parece que todas las medidas que toman los gobiernos, que todos los cinturones que se aprietan, que todas las empresas que cierran y todos los trabajadores que se van al paro lo hacen para contentar al mercado. Es algo intangible, escondido como el monstruo que aguarda en el laberinto de Creta, esperando su tributo de jóvenes y doncellas proveniente de Atenas para saciar su hambre. En este caso, tiene hambre de países en quiebra: se ha comido a su propia cuna, a Grecia, y tampoco ha dudado en esquilmar Islandia o en amenazar a Italia, España y a Portugal para que sigan sus dictados. Y mientras, se entretiene con circos como el de Hungría, donde tanto alarmismo inicial para echarse atrás al día siguiente huele a chamusquina. El mercado exige también una reforma laboral, y mejor cuanto más draconiana. Quiere un marco legal que permita crear y eliminar empresas en segundos, que permita al capital volar por todo el mundo a la velocidad de la luz. Se pone negro cuando ve que los sindicatos y la patronal no se ponen de acuerdo y que el Gobierno va por su lado; por eso, lanza señales de alarma para asustar al personal y que se le haga caso. Este particular Minotauro amenaza también con hacer de las suyas si no hay fusiones de cajas. Quiere grandes entidades que se plieguen a sus reglas de juego y se regocija si los bancos centrales intervienen pequeñas cajas y bancos que poder tragarse como aperitivo del banquete. El terror que siembra en su área de influencia debilita los sistemas políticos, cercena la creatividad de los emprendedores, orienta a la población hacia donde el Minotauro quiere: hacia el desencanto que impele a no preocuparse por el destino, a resignarse a caer en las fauces del monstruo. Tanto da. Cómo me gustaría que los políticos fueran como Teseo, o como la Ariadna que le facilitó a éste el hilo para no que no se perdiera por el laberinto cretense. Y que tuvieran la valentía de enfrentarse al mercado como Teseo se enfrentó al Minotauro. Que tomasen las medidas mirando otros aspectos de la economía obviando a este gran dictador; y a la especulación y al daño que causa, que lo erradicasen de nuestras vidas.
