ANÁLISIS DE LA SEMANA
En el tejado del PNV
Por Amalia Casado2 min
España03-02-2002
Los terroristas de ETA vuelven a intentar hacer paralelismos entre el proceso de pacificación de Iralanda del norte y lo que ellos llaman "problema vasco". La banda afronta como puede la nueva etapa a que ha dado lugar la colaboración antiterrorista entre los gobiernos español y francés, así como la política del Gobierno de Aznar basada en una dura persecución policial contra la estructura de la banda. Cuando se escribió la Constitución decidieron los constitucionalistas que el modelo de las Autonomías, sin igual en el resto del mundo, era el más adecuado para organizar territorialmente la España de la democracia. No había modelo similar en Europa, ni en América. Mucho menos en los demás continentes de culturas políticas diferentes de la occidental. La España de las Autonomías era un reto y un espacio para la creatividad, un instrumento al servicio de la construcción del país en democracia, una estructura que parecía que se amoldaría a las distintas especificidades territoriales, respetándolas y potenciándolas al tiempo que integrándolas en un todo único que resurgiría más rico. Evidentemente, plural -que no es lo mismo que pluralista-. En la era de la integración, del mestizaje, de la apertura de fronteras, en la era de Internet y de la globalización los intelectuales y pensadores intentan dilucidar las causas del resulgimiento de lo local y de lo local como fundamento de nuevos fundamentalismos. El Pacto local el Partido Poular ha propuesto en su último Congreso nacional pretende ser un nuevo instrumento para una mejor gestión y construcciónd e ese Estado de las Autonomías cuya esencia no respetan otros partidos, como el Partido Nacionalista Vasco. Lo que persiguen desde este partido es la escisión de Las Vascongadas y su constitución en un Estado independiente argumentando que ello es posible porque son un pueblo distinto y diferenciado lo suficientemente del resto de España como para ser independientes. El nudo de la madeja, difícil de desenredar, radica en que ése objetivo es también el que persiguen los terroristas de ETA. Ante la nueva etapa de debilitamiento que deben afrontar desde que España y Francia colaboran en la lucha contra la violencia terrorista, sólo se les ocurre volver a la manida similitud -imposible, por otro lado- entre el proceso de pacificación de Irlanda del Norte y el conflicto vasco. Y hacen recaer en el PNV la difícil misión de poner fin a la violencia. Sin duda, el PNV debería desempeñar un papel fundamental para lograr tan deseado objetivo, ¿pero debe ser por la via de la independización, como les exigen los terroristas?
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo