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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Nunca es uno más

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España21-06-2009

Un atentado de ETA nunca es uno más. No cuando de lo que se habla es de vidas rotas, de familias destrozadas por el dolor. De mujeres, de hijos, de padres, compañeros y amigos sacudidos por la ruleta de la sinrazón. Puede que haya quien caiga en el error de pensar que nada cambia. Esta vez ha sido Eduardo Puelles como antes lo fueron tantos otros. De nuevo un 19 de junio como el atentado de Hipercor. Macabra coincidencia. O no. Pero, pese al nuevo zarpazo, en la muerte de este policía nacional, de este padre, de este esposo, hijo, amigo… hay más razones para pensar que ETA sigue estando más cerca de su final. La muerte de Puelles se recordará como la primera vez en la Historia que el Parlamento de Vitoria condenó un asesinato de ETA por unanimidad. La primera vez que la Cámara vasca en la que antes se sentaron Otegi o Josu Ternera, entre otros, rendirá homenaje a un miembro de las fuerzas de seguridad del Estado opresor. Por primera vez en la Historia un lehendakari ha condenado con firmeza inequívoca y sin ningún tipo de duda o ambigüedad la violencia etarra .“Como toda víctima del terrorismo, era uno de los nuestros”, dijo López. Pese a su sencillez, seguramente sea la reacción más certera jamás pronunciada tras un atentado de ETA. Antes, el “era uno de los nuestros” sólo se escuchaba cuando había quien consideraba que la banda se había equivocado de objetivo. Sólo eso. Patxi López es un gran tipo que además de poner el rostro serio para la foto o el brazo en el hombro del familiar desolado, además consigue que uno se lo crea. Antes no era así y eso ya es un paso. Hubo quien le auguró que como presidente vasco haría cosas que helarían el corazón, pero, de momento, en su haber ya tiene el mérito de haber encabezado una verdadera renovación en la unidad de los demócratas. Y eso que él también cometió errores en el pasado. Que Zapatero y Rajoy den -se den- una lección de responsabilidad es noticia desgraciadamente. Pero también significa un alivio pensar que los tiempos de la negociación a la desesperada o la lucha antiterrorista como arma arrojadiza ya sean cosa del pasado. Sí, puede que ETA haya querido callar las bocas que celebran su evidente debilidad. Puede que una vez más la línea dura se haya impuesto al debate interno. Pero el cambio verdadero en el País Vasco empezó el pasado 1 de marzo y Puelles es la primera víctima de una nueva era. Un escenario en el que ahora ya no hay nadie para recoger las nueces que caen del árbol que otros agitan. Y eso es definitivo. Eduardo Puelles y el 19 de junio 2009, como aquel de hace 22 años, se recordará como el día en el que el hacha y la serpiente dieron un paso más en el camino de autodestrucción al que empuja la locura. No hay vuelta atrás.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio