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LIBERTAD DURADERA

George W. Bush: "La guerra no ha hecho más que empezar"

Fotografía George W. Bush, tras su discurso a la nación la semana pasada

Por Vicente García GandíaTiempo de lectura2 min
Internacional02-02-2002

El máximo mandatario de EE.UU., George W. Bush, ofreció su discurso a la nación en el Capitolio la semana pasada. Destacó que los “grandes objetivos de América” son: ganar la guerra al terrorismo internacional, proteger el territorio nacional y salvar la recesión por la que atraviesa el país después de los atentados del pasado 11 de septiembre.

En este sentido, sentenció que "la guerra no ha hecho más que empezar" y que su país hará todo lo posible por perseguir “a los terroristas y los regímenes que pretendan amenazar al mundo con armas químicas, bacteriológicas y nucleares”. Fue en este momento cuando el presidente se refirió a Irak, Irán y Corea del Norte como sus principales enemigos a los que amenazó con medidas militares “directas, pacientes y persistentes”. Unas acciones que se verán reforzadas por el aumento de los gastos de Defensa en 48.000 millones de dólares y por una partida de otros 18.000 millones destinados a la seguridad en el interior. George W. Bush habló una vez más durante su discurso a la nación de “la oportunidad histórica para América en la guerra contra el mal”. “Mi plan de seguridad económica se puede resumir en pocas palabras: Mantener los impuestos a la baja, extender el libre comercio, impulsar una buena política energética, estimular la economía... Todas esas medidas que van a servir para crear empleos para los trabajadores americanos”. Estas son las principales medidas de las que habló el presidente para poner fin a la recesión que vive el país norteamericano y con estas palabras intentó aliviar la presión del 35 por ciento de los estadounidenses, que opina que Bush no le ha prestado la atención necesaria a la situación económica que atraviesa EE.UU. Pero el presidente tuvo también palabras para la controversia suscitada por el caso Enron: instó al colectivo empresarial a que fuera "más transparente" y solicitó al Congreso la reforma de la legislación para evitar que los trabajadores de las compañías en bancarrota pierdan sus pensiones tras la quiebra. Este discurso sobre el estado de la Unión, el más importante del año, se difundió en español, francés, chino mandarín, árabe, ruso y portugués. Además, se preparó una adaptación para los más pequeños del país. Las medidas de seguridad que se adoptaron durante el discurso presidencial fueron tan extremas que hicieron dudar incluso de la posibilidad de que el vicepresidente, Dick Cheney, estuviese presente en el Capitolio.

Fotografía de Vicente García Gandía