ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Las violetas
Por Almudena Hernández
2 min
Sociedad22-02-2009
Ya han salido las violetas. Se han adelantado. Seguramente estaban esperando una tregua de las nieves. Durante el invierno parece que están muertas -o que no están-, pero en cuanto el sol las calienta y el agua las refresca se produce el espectáculo: ¡Ahí están! Las violetas huelen a esos caramelos que se saborean en la infancia. El abuelo iba a la ciudad a comprar material para arreglar zapatos y traía a los nietos esos dulces delicados que no se conocían en el pueblo. Las violetas eran uno de ellos. Ahora las violetas están en muchas partes, como el abuelo, como las ganas de que la primavera nos pinte una sonrisa en el rostro. Bien está el optimismo, pero a veces gana más el prudente que el descerebrado. El Gobierno anima a los españoles a poner buena cara al mal tiempo, a capear la crisis con alegría. Si las violetas florecen en invierno morirían. Será por algo que sólo resurgen de sus cenizas cuando los fríos comienzan a alejarse. El abuelo sabía lo que era remendar y luchar contra las carencias. Era goloso, pero no derrochaba. Guardaba los caramelos en lo alto de un armario para no caer en la tentación más de lo recomendable. Era su forma de dosificar el crédito de sus violetas azucaradas. Será que el ejemplo educa más que una sonrisa falsa, las palabras vacías y un talante políticamente correcto. Seguro que a los millones de parados que hay en España no les sienta igual de bien observar que ya han nacido las violetas. Seguro que los lirios de los pasos de Semana Santa no olerán igual de bien este año en Sevilla. Seguro que los pequeños no entenderán igual de bien en la escuela porqué hay que cuidar de las semillas y las plantas y luego se puede destruir a un niño que va a nacer. Seguro que muchos extranjeros no entienden por qué aún hay quien les siguen mirando como si fueran la mala hierba. Tampoco lo entienden las recién nacidas, delicadas y dulces violetas de este anticipo de primavera. Pero ahí están. Han llamado nuestra atención. ¿Qué querrán?
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo