ANÁLISIS DE SOCIEDAD
El mundo se sustenta con dos manos
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad14-10-2007
En África las mujeres paren cuando aún son casi niñas. Y paren sin epidural, sin recuperarse del parto anterior, sin ayudas de 3.000 euros y sin esperanza. África tiene el corazón de oro y petróleo y la piel curtida con las heridas de la guerra, el hambre y la enfermedad. Pero lo que más le duele al continente negro es la corrupción de no pocos dirigentes y las pocas ganas de luchar de demasiados ciudadanos anónimos. Dicen que de África huyen cerebros. Y ¿qué duele más? ¿Quedarse en la agonía o sentirse traidor a su tierra, a su gente, a sus raíces? Bajo la inteligencia que se busca el pan surcando en cayuco el océano hacia el mundo que navega por Internet también hay personas. Y esas personas sin remos, con los brazos ardientes por el salitre y la gasolina, las duele más el alma errante que las quemaduras. Llegan -y no sólo en cayuco- a un lugar que nunca será el suyo porque aún occidente sigue juzgando por el color de la piel. La África que puede huye del horror, del abismo, del futuro oscuro de su piel ensangrentada, hambrienta y enferma. La rica África es pobre de futuro. Pero la vida fluye por sus venas. En cada nuevo parto, a pesar de la breve esperanza de vida, alguien busca el oxígeno limpio de la ilusión. El mundo se sustenta mejor con dos manos. ¿Dónde las tiene occidente?
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo