ROJO SOBRE GRIS
A tus 30
Por Amalia Casado
2 min
Opinión11-03-2007
Ordenaba las canicas por tamaños y colores. Las agrupaba por familias y a cada una la llamaba por su nombre. Aunque tenía decenas, cada una era única, cada una se comportaba de forma diferente. Y ella sabía distinguirlas. Cuidadosa, ordenada, detallista. Silenciosa y extremadamente inteligente. Honda y profunda. Con un fino y agudo sentido del humor. Tímida y trabajadora. Constante, responsable, estudiosa y sensible. Es mi hermana. Desde que éramos muy pequeñas, cuando íbamos al cole, mi padre nos decía: cuidaros la una a la otra. Y luego, a mí: cuida de María Isabel. A tus 30 años, querida hermana, te digo que eres el regalo más grande que me han dado nuestros padres; que cuando me pregunto cómo debo querer a los demás, pienso en cómo te quiero a ti, porque por ti daría mi vida. En ti me reconozco y reconozco nuestras raíces, porque del árbol habla el fruto. No le tengas miedo al paso del tiempo, mantén siempre esa alegría de vivir, ese espíritu de superación. Es maravilloso cumplir años, pequeña. Vivir la vida y vivirla a fondo, exigiéndonos lo mejor de nosotras mismas y queriéndonos por lo que somos: ni por lo que hacemos, ni por lo que tenemos, sólo por lo que somos. Lo más grande que vas a construir, querida niña, no será un edificio aunque seas una gran arquitecta –que lo eres, sino la magnífica obra de arte que tu vida está llamada a ser. En esa gran obra, cumplir años es una oportunidad para repasar planos, para revisar los materiales con los que levantas ese edificio, para dar gracias por los compañeros de obra y para volver sobre los cimientos. Nada hay más importante que levantar la gran casa de nuestra vida sobre la roca firme y fiel que es Dios. Él nunca falla, Él es fiel siempre, y no hay mejor plano para una vida que la que tu amoroso creador ha pensado para ti. Tú, que siempre has sabido tener las cosas ordenadas, y darle a cada una su valor llamándolas por su nombre. Tú, que desde tu silencio sabes ver en lo profundo de las cosas, que no te engañas y siempre sabes reconocer la verdad, sigue cumpliendo años, y sigue cumpliéndolos así: sacando cada instante lo mejor de ti misma, descubriendo a cada paso el regalo de la vida y el por qué de tu existencia. Yo cuidaré siempre de ti. Rojo sobre Gris a mi hermana. Por ser ella quien es.
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo