ANÁLISIS DE DEPORTES
Seamos prudentes con Garbajosa y Alonso
Por Roberto J. Madrigal
3 min
Deportes04-02-2007
Un español, el primero después de Pau Gasol, disputará el All-Star. La designación de Jorge Garbajosa lo convierte, estadísticas en la mano, en el segundo mejor español de la historia en la NBA. Claro que con características muy distintas a las que tenía el bueno de Fernando Martín, que en su momento se encontró con unas circunstancias nada propicias… Aun así, el pívot madrileño sigue agotando los calificativos: si ya fue rookie (debutante) del mes, y aunque su rendimiento ha bajado ligeramente en las últimas semanas, hacerse con la titularidad en Toronto avala su apuesta de esperar hasta los 29 años para dar el salto a Estados Unidos. Lástima que, al contrario que tipos como Toni Kukoc y Sarunas Jasikevicius, no lo haya podido hacer con el título europeo debajo del brazo. Sin embargo, hay que andarse con cuidado de que ese bajón, el llamado rookie wall, no le haga perder opciones en la carrera por ser el debutante del año. Garbo demuestra que no le pesa el dorsal 15 de los Raptors, el que un día tuvo Vince Carter. Aunque es una lástima que –aunque lleve como compañero al italiano Andrea Bargnani– no pueda enfrentarse a José Manuel Calderón: la progresión del español está siendo impecable, y a pesar de la competencia con T.J. Ford, la intensidad defensiva y la capacidad para decidir las opciones de pase y de tiro le están haciendo contar con minutos. A favor de Ford, un base más jugón, pero ni mucho menos estúpido, cuenta que él mismo haya pedido quedarse en el banquillo. Al extremeño, como a Pau Gasol –difícil será que consiga un buen traspaso en un plazo de tres semanas–, no le queda otra que seguir respondiendo en la pista. El sistema de la NBA, fríamente estadístico, no es perfecto, pero es el que hay: sólo se puede esperar al milagro de alguna baja de última hora, ya que en el partido de los Sophomores (jugadores de segundo año) no cuenta la elección de los entrenadores. Por lo tanto, sólo en un plano individual, en cuanto a los títulos conseguidos, se puede avalar que Garbajosa sea un jugador histórico. Pero al contrario que Gasol, Jorge ha conseguido designaciones de MVP en Italia y España, un bagaje más amplio que el de Sant Boi. Cuestión de criterios, al igual que quien quiere tomar conclusiones de una pretemporada, la de Fórmula 1, que apenas ha comenzado pero que ya hierve. Sin embargo, tras una jornada de pruebas en el circuito Cheste, aunque hubiera nueve equipos, no es de recibo abrir un periódico de gran tirada titulando: “Alonso revienta a Ferrari”. Como bien advierte Pedro Martínez de la Rosa, los monoplazas tienen muy poco que ver aún con los que empezarán la temporada en Australia. Se debe valorar factores como la lluvia, la carga de combustible, los reglajes, los compuestos de neumáticos y el tipo de prueba –no es lo mismo rodar una vuelta lanzada que una simulación de carrera–, entre otros muchos. El trabajo de Fernando Alonso está siendo óptimo en McLaren Mercedes y avala su condición de campeón, pero un monoplaza sólo va a ser competitivo en la pista, con tiempos oficiales: hasta entonces, como pasó hace un año con Honda, conviene andarse con tiento al hablar de que un piloto rueda un segundo por vuelta más lento que otro. No se puede centrar el duelo de Alonso con Kimi Raikkönen sin tener en cuenta las incidencias de carrera, sin tener en cuenta a Renault y sin tener en cuenta que equipos como Toyota, BMW y Honda, por ejemplo, también pueden tener un buen día.
