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SER UNIVERSITARIO

El ‘crack’ de los reporteros

Fotografía

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura2 min
Opinión28-01-2007

Ryszard Kapuscinski: un nombre impronunciable para el más pronunciado nombre de los reporteros del siglo XX. Doble mérito, en este mundo donde las palabras fáciles y estúpidas tienen cuatro veces más posibilidades de ser difundidas que el resto. A pesar del nombre difícil, no cambió su DNI artístico para lucir mejor en los créditos del escaparate de este mundo mediatizado. R.K. fue un hombre sin caretas; y un hombre de palabra. A pesar del nombre difícil, ha sido el más pronunciado en los galardones más prestigiosos del mundo, incluido nuestro Príncipe de Asturias. Licenciado en Historia, siempre consideró que los periodistas estaban llamados a ser los “historiadores modernos”, dotando a la profesión de una dignidad que pocos han merecido desde tiempos ya remotos. Por su modo de entender y ejercer el Periodismo, es de esos raros honoris causa ajenos al mundo académico que no se han ganado el título vendiéndose a ideologías o demás intereses particulares. Ha cubierto 17 revoluciones en 12 países en su más de 20 años como reportero de guerra. Ha publicado reportajes y colaboraciones en los periódicos más prestigiosos del mundo. Ha escrito 19 libros en los que ha ensayado casi de todo: desde novela documental, hasta micro-reflexiones particulares, pasando por reportajes largos, libros de viajes y entrevistas. Su lema, “estar, mirar, escuchar, compartir y pensar”, es una declaración de principios olvidada por la mediocridad de la profesión actual, y que deberán rescatar los futuros periodistas si quieren recuperar la dignidad de la profesión. Fruto de ese lema, de atender a la realidad, de convivir con ella, y de reflexionar en serio, salió aquella genial reflexión que da título a un libro que recoge varias de sus tesis sobre el periodismo: “Los cínicos no sirven para este oficio”. Los cínicos son todos quienes creen que un titular así o asá en el fondo no es tan importante; son aquellos que cambiaron la vocación por ser mercenarios, pero son también aquellos que se jactan de ser “independientes”, es decir, de no tomar partido, de no comprometerse con la realidad de la que hablan. Ahora que este maestro del periodismo ha fallecido, a sus 75 años de edad, me permito parafrasear a mi compañera de columna: rojo sobre gris a Ryszard Kapuscinski y a los pocos, muy pocos, periodistas que hacen de esta profesión una de las más nobles y necesarias de nuestro tiempo.

Fotografía de Álvaro Abellán

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Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

DialogicalCreativity

Plumilla, fotero, coach