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ORIENTE PRÓXIMO

Abbas disuelve el Gobierno palestino y anuncia elecciones

Por Salvador Martínez MásTiempo de lectura3 min
Internacional17-12-2006

Al declarar el viernes pasado que “el presidente tiene la opción de las balas o la de los votos, elegirá la de los votos”, Saeb Erekat, daba cuenta de hasta qué punto es uno de los consejeros más próximos del presidente palestino, Mahmud Abbas. Sin embargo, cuando éste anunció la disolución del Gobierno islamista elegido por los palestinos hace 11 meses, la violencia entre los militantes de Hamas y Fatah arreció.

“Guerra civil es una palabra que no existe en nuestro diccionario ni en nuestra cultura”, aseguraba el primer ministro, Ismail Haniya, el miércoles pasado, poco después de que el conocido juez militante de Hamas, Bassam Al Farah, muriera tiroteado a manos de desconocidos armados. A principios de la semana pasada, nadie dudaba de que, como señalaba el portavoz del partido gubernamental palestino, Fauzi Barhoum, en los territorios ocupados de Palestina se estaba produciendo “una escalada de violencia y de caos”. De hecho, dos días antes de la muerte de Al Farah, murieron tiroteados los tres hijos pequeños del conocido por su proximidad política con el presidente Abbas y coronel del departamento de Inteligencia palestino, Baha Balousha. Tanto esta violencia como la intentona de asesinato contra Haniya del pasado jueves, responde a lo que el especialista francés de las elites palestinas, Jean François Legrain, llama “golpe de Estado permanente y multiforme” del partido de Abbas, todavía incapaz de digerir la victoria islamista de enero de 2006. Dada la alta tensión vivida entre Hamas y Fatah desde la fecha de la victoria electoral islamista, sólo podía esperarse como medida para acabar con las diferencias entre ambos partidos el anuncio presidencial que anticipaba Erekat: la disolución del Gobierno de Hamas y la celebración anticipada de elecciones legislativas y presidenciales. “Yo firmé la orden de formación del Gobierno y es mi poder constitucional despedirlo. Lo puedo hacer cuando quiera”, explicaba Abbas tras dar cuenta de su voluntad de acabar con el Ejecutivo islamista. Con dicho Gobierno, el presidente palestino ha vivido una tan imposible cohabitación como infructuosos han sido los intentos de formar un gabinete de unidad nacional. Abbas aseguró en su declaración del sábado pasado que su “propósito” sigue siendo la formación de ese gobierno de unidad nacional. Pero el anuncio de las elecciones anticipadas no ha sido tan bien recibido en las instancias islamistas palestinas como en Washington y Londres. Para los dirigentes de EE.UU. y Reino Unido, como decía la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, en Palestina, “es tiempo para empujar y presionar”. La medida anunciada por Abbas significa una mayor presión al pulso de poder que mantienen Hamas y Fatah. De hecho, el primer ministro palestino afirmó poco después del anuncio de Abbas que su partido no participará en las elecciones que propuso el presidente de la ANP. “El Gobierno rechaza este anuncio porque no es constitucional y nos llevará a los disturbios en los territorios palestinos”, aseguró Haniya. No se equivocó. Sólo el último día de la semana pasada, encapuchados y armados atacaron un campo de entrenamiento de la guardia presidencial palestina, otros milicianos atacaron el convoy del ministro de Exteriores, Mahmoud Zahar, sin que éste resultara herido; mientras otros individuos ocuparon el Ministerio de Transportes. Ese día murieron tres personas y otras 30 resultaron heridas en esos y otros enfrentamientos entre miembros de Hamas y Fatah. Pese a todo lo anterior, la “guerra civil” sigue siendo un tabú para los palestinos. A última hora del pasado domingo, el líder del partido Frente Democrático por la Liberación Palestina, Salah Zidan, aseguraba que Hamas y Fatah habían alcanzado un alto al fuego.

Fotografía de Salvador Martínez Más