Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE DEPORTES

Seguridad sobre la moto, pero también salud

Fotografía

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes25-06-2006

El Mundial de motociclismo, o al menos unos cuantos de los pilotos punteros, se han visto implicados en caídas muy dolorosas. Si no fue suficiente con la violenta caída múltiple en la salida –luego cancelada– del Gran Premio de Catalunya, aún hubo más ración en Holanda. Para colmo, como casi todo en la vida, algunas circunstancias fortuitas pueden agravar sus consecuencias. Después de que un golpe involuntario a la maneta de freno hiciese saltar por los aires a uno de los pilotos en Montmeló, uno de los debates que se han planteado para mejorar la seguridad es cómo reforzar estas manetas para evitar un accionamiento involuntario. Sin embargo, ya que es un tipo de accidente muy infrecuente, los organizadores del Mundial, Dorna, y en última instancia la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) –con buen criterio–, no se han querido precipitar para evitar que la corrección de un problema provoque otros. Por desgracia, en el motociclismo es imposible controlar los riesgos del modo que se puede hacer en otros deportes de motor, como la Fórmula 1. Ello convierte, más si cabe, en verdaderos héroes a pilotos capaces de seguir compitiendo con lesiones y molestias físicas. La lección de pundonor de Valentino Rossi, que consiguió acabar la carrera de Assen –y puntuar– con dos huesos rotos y un dolor fortísimo, es un ejemplo. Aunque también Marco Melandri y Loris Capirossi lo hicieron, quizá hubiera sido mejor que descansaran. La competición mantiene un ritmo infernal, ciertamente, dada la circunstancia de que tres carreras se suceden consecutivamente. Ahora bien, ¿hasta qué punto es importante pelear por mantener la posición en un campeonato? Por más que la decisión última de competir sea del propio piloto, los organizadores –aunque dispongan de cláusulas de con exención de responsabilidad– deberían tener en cuenta que los pilotos deberían competir en plenas facultades físicas. Además de las cuestiones técnicas, no vendría de más establecer un protocolo médico para evitar más riesgos. No es baladí pensar qué hubiera pasado si cualquiera de los pilotos tocados hubiese vuelto a sufrir una caída.

Fotografía de Roberto J. Madrigal