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ESTADOS UNIDOS

Dimite el portavoz de la Casa Blanca

Por Berta PardalTiempo de lectura1 min
Internacional23-04-2006

Scott McClellan, portavoz de la Casa Blanca, anunció su dimisión el pasado 19 de Abril. Durante casi tres años, McClellan ha sido la cara más visible de la Casa Blanca y el intermediario con los medios de comunicación. A medida que Bush ha ido perdiendo popularidad en los últimos meses, las preguntas de los periodistas han ganado en agresividad y la postura del ex portavoz ha sido cada vez más defensiva y negativa.

La relación de McMellan con los medios ha ido cayendo en picado aunque permanecerá en el puesto a la espera de que se le designe un sucesor. Él mismo declaró que aún no sabe lo que hará tras su marcha y explica que “la Casa Blanca atraviesa un periodo de transición y los cambios pueden ser útiles”. Mientras, fuentes de la Administración Bush apuntaban a otra posible baja, la del consejero y hombre de confianza del presidente, Karl Rove. Rove dejará a un lado la política para centrarse en la planificación estratégica a largo plazo y en potenciar la imagen del presidente, de cara a las elecciones legislativas del próximo mes de noviembre. A finales de marzo, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Andrew Card, presentaba su dimisión. Supuso un primer paso de reorganización en el círculo de asesores del presidente George W. Bush. Card ocupaba este puesto desde que Bush se hiciera con el poder en 2000 y será reemplazado por Josh Bolten, el actual director de Presupuesto de la Presidencia. Una serie de cambios que transforman y renuevan el equipo de Bush y detrás de los que está el nuevo jefe personal de la Casa Blanca, Josh Bolten, que asumió el cargo el pasado fin de semana. El objetivo principal es remontar los malos resultados de Bush en las encuentras y recuperar la confianza de los ciudadanos. El motivo es que la popularidad del presidente se encuentra en su nivel más bajo desde 2001, por debajo del 40%, mientras que la oposición de la opinión pública a la guerra en Irak es cada vez más alta.

Fotografía de Berta Pardal