ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Conceptos incompatibles
Por Almudena Hernández2 min
Sociedad02-04-2006
Alguien alguna vez recomendó que como mejor se podía actuar era haciendo en cada momento lo que había que hacer. Otra persona, una mujer, dijo además que había que hacer lo que se hacía, es decir, que hay que volcarse en hacerlo en condiciones, que no sirven las medias tintas para cubrir el expediente. Y aquí está esta periodista, luchando sin ganas contra la pantalla en blanco, intentando mecánicamente alcanzar con la punta de los dedos el imposible del trabajo bien hecho, pero claudicando a las tonterías cotidianas que no importan para ser feliz y distraen a la loca de la casa. Lo mejor está por venir, dejó escrito un hombre que, como los autores de todas las recomendaciones anteriores, tiene algo de enchufe con las Alturas. Algunas veces, a esta minúscula profesional le gustaría ser una pequeña célula, para no sentir nada, sobre todo miedo, pero en esa pequeñez ser grande como lo es la vida. En ocasiones, a esta insignificante trabajadora le apetecería ser una piedra, para ser testigo del paso de los hombres, sobre todo de los hombres buenos, para entenderlos a todos y, sobre todo, entenderse a una misma. De vez en cuando, esta diminuta informadora desearía ser un animalillo silvestre, para pasear en libertad sobre la faz de la tierra, sin zapatos, sin prisas y sin horas. Pero, por desgracia, en ninguno de esos casos podría contribuir a que el mundo fuera una pizca mejor. Hubo, hay y habrá algunos hombres que no entienden la compatibilidad entre los conceptos de lucha y dejadez, sueños y absentismo, felicidad y ostentosidad. Aunque la vida duela, lo mejor está por venir, dejó escrito un hombre. Al menos este artículo ha hecho que una ínfima periodista se ponga manos a la obra. Esperemos que dure mucho.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo