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CIENCIA

Los bancos de cordón umbilical: privados, pero de uso público

Fotografía

Por Elena R. BlázquezTiempo de lectura3 min
Sociedad30-03-2006

Bancos privados, pero con acceso público. Esta filosofía de compartir tiene una base científica: la mayoría de las enfermedades infantiles susceptibles de transplante tienen un componente genético, que hace inservibles las células del propio cordón umbilical y requiere las de otro donante.

Un paciente ha guardado su cordón umbilical exclusivamente para su uso propio. Pero con el tiempo necesita recurrir a las células de otro donante, que alberga un banco público de tejidos, porque las suyas contienen los mismos genes que le producen la enfermedad. Parece lógico que también otra persona pueda beneficiarse de las células madre de su cordón umbilical. Esta idea es la que inspira al sistema de transplantes español, basado en los principios de altruismo, gratuidad y solidaridad. Por eso, y el Ministerio de Sanidad y Consumo ha presentado un decreto que autoriza los bancos de tejidos y células de uso autólogo (para el propio paciente), pero permite el uso público en caso de necesidad. Este decreto se ha aprobado una semana después de que la Comunidad de Madrid se convirtiera en pionera en cuanto a los bancos privados de sangre procedente de cordón umbilical, al aprobar una normativa que regule su funcionamiento. La ministra de Sanidad, Elena Salgado, anunció, un día antes de emitir su decreto, que interpondría un recurso para suspender el aprobado por la Comunidad de Madrid, "por razones de seguridad jurídica". La nueva normativa introduce en el ordenamiento jurídico español una directiva europea del año 2004. El Parlamento Europeo recomienda a los Estados miembros que fomenten la concienciación ciudadana sobre la donación de células y tejidos, para que puedan alcanzar la autosuficiencia dentro de su territorio. Lógicamente, la cantidad de células y tejidos disponibles para la donación depende de la disposición del ciudadano para donar. Por esta razón, los programas de extracción y utilización de tejidos se basan en los principios de voluntariedad, anonimato entre donante y receptor, altruismo, gratuidad y solidaridad. Esto, con requisitos de máxima seguridad y calidad. Ésta se mantendrá a través de unos estándares que se deben aplicar en todos los pasos del proceso: la selección y evaluación del paciente, las condiciones para la obtención de tejidos, los requisitos para su procesamiento, las condiciones de almacenaje, empaquetado, etiquetado y transporte, la documentación que se debe acompañar y los requisitos para su distribución. Además, se creará un sistema para autorizar y acreditar la excelencia de los establecimientos de tejidos, así como un registro estatal de estos centros y de las actividades para las que están autorizados. Asimismo, se pondrá en marcha un sistema de codificación y biovigilancia, que permitirá comunicar con rapidez los efectos y reacciones adversas de cualquier actividad llevada a cabo en los centros de obtención y aplicación de células y tejidos. Para evitar que esto ocurra, se garantizará un sistema de control y medidas de inspección. También se garantizará a las familias donantes del cordón umbilical del recién nacido, una información veraz y supervisada por autoridades sanitarias sobre el proceso. Recíprocamente, se asegurará la confidencialidad sobre la salud tanto de los donantes como de los receptores. Así, se pretende compatibilizar el uso para el propio paciente de las células de cordón umbilical (se prevé que la norma acoja en el futuro cualquier otro tejido), con la máxima calidad a escala internacional, respetando los principios tradicionales altruistas del sistema de trasplantes español.

Fotografía de Elena R. Blázquez