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ANÁLISIS DE ESPAÑA

La encrucijada de Carod y Maragall

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España01-01-2006

Muy lejos queda ya aquella promesa de Zapatero en la que se comprometía a apoyar cualquier reforma que saliese del Parlamento catalán. Finalmente y como era de esperar, el presidente se ha decantado más por lo de dejarlo limpio como una patena. Se han colado algunos capítulos cuando menos preocupantes, como es el caso de la enseñanza en catalán, pero en lo que a los puntos más polémicos del texto se refiere, el Gobierno se ha mantenido firme. Todo parece indicar que ni la definición para Cataluña ni la financiación se van a incluir tal y como exigían las fuerzas catalanas. También se van a ver recortados buena parte de lo que ellos reclaman como derechos históricos. Esta situación ha sumido al Estatuto en su crisis más profunda y ha sembrado el nerviosismo principalmente en el seno de ERC y el PSC, los mas perjudicados por los recortes del Congreso. Dado que el Estatuto que se apruebe en las Cortes va a ser muy distinto del que se aprobó en Cataluña, republicanos y socialistas catalanes están quemando sus últimos cartuchos para intentar salvar los mubles. Se plantea la posibilidad de retirar el proyecto. Pero no es más que un farol, una amenaza barata. Ambas formaciones saben muy bien que las repercusiones de esa decisión serían claramente perjudiciales para ellos y beneficiarían a sus contrincantes. CiU (cuyo apoyo es necesario para devolver el Estatuto) podría decir que ha dado marcha atrás porque no estaba dispuesta a que se coartase la voluntad del pueblo catalán. Además, nadie les podrían reprochar nada porque el Estatuto llegó a Madrid también con su apoyo. Por su parte, la retirada del proyecto también supondría un respiro para Zapatero quien podría alegar que la reforma ha fracasado debido a que no estaba dispuesto a ceder hasta limites inconstitucionales. Eso le ayudaría a sumar enteros de cara a las próximas elecciones y en caso de victoria en 2008, ya no pactaría con ERC sino con CiU. Mientras tanto para el PSC retirar el Estatuto sería un bombazo dentro de un tripartito cada vez más dividido. Este fracaso haría muy difícil en el futuro un nuevo Gobierno del PSC con ERC. Entre otras cosas, porque viendo lo visto seguramente fuese el propio PSOE el que desde Madrid se negase a ello. Quien lo habría dicho. Josep Luis Carod Rovira y Pascual Maragall podrían haber estado cavando su propia tumba y ellos sin enterarse. Su propuesta estatutaria, la jugada política con la que han logrado camuflar sus dos años de Gobierno de espaldas a las verdaderas necesidades de Cataluña, se volvería radicalmente contra ellos En esa tesitura se encuentran pues el presidente de la Generalitat y el líder independentista. No pueden echarse atrás. Salvó catástrofe de última hora habrá Estatuto, pero lo que van a firmar, a día de hoy, esta muy por debajo de sus expectativas iniciales. Por ello ahora sólo les que queda aceptar la derrota e intentar sacar algo que poder vender en forma de éxito a su electorado. En ello están. Han optado por dejar a un lado reivindicaciones “fundamentales” como el término nación o sus derechos históricos y se han lanzado a la desesperada para intentar arañar algo en el terreno de la financiación. Una vez más, la pela sigue siendo la pela.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio