SIN ESPINAS
Paréntesis con contenido
Por Javier de la Rosa1 min
Opinión31-07-2005
Las vacaciones de verano también son tiempo para profundizar en la relación con la pareja. Es un momento en el que la convivencia quedará liberada de las ataduras de la rutina. Ambos dos, aislados de su circunstancia, tienen la oportunidad de reencontrar la naturaleza de su relación, desempolvar la esencia que un día después de ver más allá, llevó a uno y otro a mirar juntos en una misma dirección. El sueño apagado por la falta de tiempo para verse durante el año o la voluntad para dar prioridad a lo verdaderamente importante, pueden ahora reencontrar su espacio en ese viaje planeado, en esa aventura insospechada, en esas experiencias que van a compartir. En estos días, las 24 horas juntos, no sólo aumentarán el tiempo, la cantidad de vida en compañía, sino, de especial manera, el conocimiento mutuo. Aprovechar este momento para amar más, entender más, para conocer más a nuestro compañero o compañera de viaje, será un buen ejercicio para la convivencia en el futuro. Una buena práctica para la entrega definitiva, para el compromiso fiel que reclama el amor verdadero, el eterno por definición que desea y quiere para el otro lo mismo que para sí. Ese descanso interior de estos días que se nos avecinan es un paréntesis en nuestra existencia. Pero un paréntesis dentro del cual podemos encontrar el camino para mejorarlo todo, mucho amor y mucha vida.