ROJO SOBRE GRIS
Abierto por vacaciones
Por Amalia Casado1 min
Opinión31-07-2005
Rojo sobre gris es colgar, por fin, el abierto por vacaciones, como lo hace el mar. Se abre por vacaciones la veda del tiempo perdido y la oportunidad de perder el tiempo con los seres queridos. Se abren por vacaciones los libros que no acaban, los itinerarios de viajes a donde haya que ir, la Colonia de Benedicto XVI, la Europa del futuro. Por vacaciones se abre el chiringuito de la playa donde rompen las olas del pasado y se abre el horizonte del mañana; la playa de ida y vuelta, de ida y vuelta, de ida y vuelta… Las puertas de las casas se abren por vacaciones para que vuelvan los que siempre vuelven, para que entren los que nunca llegan, para que marchen los malos olores. Por vacaciones se abren las puertas de los coches, las cerraduras de las maletas. Se abren las puertas del corazón para “recordar”, que significa “volver a pasar por el corazón”. Se abren los puños para darse la mano y subir juntos montañas, para transitar senderos a ninguna parte… qué más da el destino: lo importante ahora no es llegar los primeros, sino caminar juntos. Se abren por vacaciones las sombrillas, los kioskos de helados, las hamacas de playa, los botes de protección solar. Se abren las barajas de cartas, los juegos reunidos, las barbacoas al aire libre, las piscinas descubiertas. Por vacaciones se abren las clases de aprender a vivir, de recuperar lo que nos pertenece, de recuperarnos a nosotros mismos. El examen, a la vuelta, consiste en no quitar el cartel: sigue abierto… sin vacaciones. Igual que hace el mar.
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo