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Los niños más desfavorecidos piden ayuda

Por Sandra CarreteroTiempo de lectura2 min
Sociedad09-12-2004

La mayoría de los niños del mundo ya ha comenzado a escribir la carta a los Reyes Magos o en su defecto a Papa Noel, según el país en el que vivan la alegría y los regalos son diferentes. En la carta de un niño de África es posible que encontremos juguetes muy diferentes a los que pediría un niño de un país industrializado como España.

El niño africano o más necesitado pedirá comida, material escolar y algo de ropa para poder ir a la escuela y no tener que vagabundear por las calles buscando algo que comer o que robar. Los niños españoles, por ejemplo, pedirán lo último en tecnología y videojuegos o muchos juguetes de verdad, de esos que a veces dificultan el aprendizaje de los más pequeños de las casas. Son las navidades, momentos de consumo total que llevan a las familias españolas a poner la mesa con los productos más caros del mercado mientras que muchos niños -cinco millones murieron de hambre en 2003, según revela una estudio de la FAO- no tengan nada que llevarse a la boca. Coincidiendo con el informe de la FAO, Unicef ha lanzado su balance del año para ver como están los niños del mundo y la situación no es nada alentadora porque los Gobiernos de los países no destinan más dinero para salvar las vidas de los niños. Hay determinadas realidades de la vida de los adultos que inciden directamente en la vida de los más pequeños. El sida, la epidemia del siglo XXI, deja huérfanos y en muchas ocasiones contagiados a muchos niños de los países más pobres, sobre todo en la zona de África donde se ven aún más afectadas las mujeres. En otras ocasiones los niños dejan de asistir al cole y a los juegos para tener que ponerse a trabajar para poder llevar dinero a casa porque sus padres a veces se encuentran ocupados en luchar en los conflictos bélicos sino son los propios niños los que desenfundan las armas. La prostitución y el abuso a los menores también sale reflejado en este informe donde dos millones de niños y niñas son obligados a practicar sexo a cambio de dinero o directamente son vendidos. Si alguien desea que la carta de Navidad de estos niños pueda cambiar y puedan pedir algún día juguetes y no comida, antirretrovirales o un mundo más justo puede informarse de cómo colaborar mediante ayudas económicas o bien con voluntariado en las asociaciones oficiales y ONG como Cáritas o bien mediante Cruz Roja para que el futuro de los niños del mundo sea más optimista.

Fotografía de Sandra Carretero