DÍA MUNDIAL DE LA INFANCIA
Todos los niños tienen necesidades
Por Berta Barona
2 min
Sociedad20-11-2004
Millones de niños en todo el mundo no están viviendo la infancia que se vive en los países que gozan de bienestar económico y social. Los problemas a los que tienen que enfrentarse son insalvables y producen en ellos consecuencias irreversibles.
Estos niños en desamparo son el principal objetivo de las campañas de ayuda a la infancia, pero también los niños favorecidos tienen necesidades importantes. En los últimos diez años, dos millones de niños han muerto en conflictos bélicos. Unos seis millones han sido heridos, mutilados o han quedado huérfanos. Medio millón se han convertido en soldados o esclavos sexuales. Miles viven en 87 países en los que hay cerca de 60 millones de minas terrestres, que matan a 10.000 niños cada año. Cada 14 segundos un niño queda huérfano a causa del sida en algún lugar del mundo. En estos momentos hay alrededor de 15 millones en esta situación, una cifra que se estima se duplicará en los próximos diez años. Alrededor de dos millones fallecen cada año como consecuencia de enfermedades cuya solución es una vacuna, tales como el sarampión o la neumonía. La probabilidad de que un niño muera antes de los cinco años es de media nueve veces mayor en un país pobre con respecto a uno rico. Más de 160 millones padecen desnutrición, de los cuales muchos viven en la calle. Son los llamados niños de la calle, y la mitad de ellos vive en Latinoamérica. Se estima que 246 menores ejercen algún tipo de trabajo, sobre todo en Asia, África subsahariana y el sur del Pacífico. En cuanto a las sociedades desarrolladas, en las que los niños viven comparativamente mejor, también hay cuestiones importantes. Problemas como el maltrato a los niños en el seno familiar y en la escuela por los propios compañeros, situaciones de desorientación derivadas del divorcio de los padres o trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia. Son los inconvenientes que caracterizan las sociedades del estado de bienestar, y hay que atenderlos, pero son menos dramáticos que los que se dan en la mayor parte del globo terráqueo.