ANÁLISIS DE LA SEMANA
Que canten los niños
Por Almudena Hernández2 min
Sociedad21-11-2004
En el Día Mundial de los Derechos de la Infancia, el ambiente se llena de buenos deseos, de grandes intenciones, de sueños y anhelos para que los más pequeños de todo el mundo no sufran tanto. Sin embargo, mientras unos sueñan, miles de niños lloran. "Que canten los niños, que alcen la voz, que hagan al mundo escuchar; que unan sus voces y lleguen al sol; en ellos está la verdad", dice una canción de José Luis Perales. Que canten los niños. Y que se les escuche. Sobre todo a aquellos a los que les duele vivir, por justicia a los que dejaron de padecer, porque dejaron de ser por tamta injusticia. "Yo canto para que me dejen vivir", continúa la canción. Hay tantos deseos como niños en el mundo: para que sonría mamá, para que el cielo sea azul, para que no ensucien el mar, para que todos tengan pan, para que respeten el medio ambiente, para que haya felicidad en el mundo y desaparezca el odio, las guerras. "Yo canto por que sea verde el jardín; Y yo para que no me apaguen el sol; Yo canto por el que no sabe escribir; Y yo por el que escribe versos de amor", pues el amor, todo lo puede, y también cabe en los corazones de los más pequeños. Es más. Es allí donde puede ser más grande mañana si los niños se sienten queridos, escuchados, como reclama el compositor en su canción: "Yo canto para que se escuche mi voz; Y yo para ver si les hago pensar; Yo canto porque quiero un mundo feliz; Y yo por si alguien me quiere escuchar". Ahí es nada: pararse a escuchar a los niños mientras el mundo vive más deprisa que viaja la velocidad del sonido; Pararse a escuchar a los inocentes cuando todo es ruido en una sociedad que mira a quien lo haga como si fuese de otra especie. ¡Qué triste!
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo