ANÁLISIS DE LA SEMANA
Artífice de una moneda
Por Gema Diego2 min
Economía14-11-2004
En una semana de muertes, la conmoción en Palestina ha eclipsado la defunción de un hombre sencillo, de un hombre que tendrá un entierro íntimo, rodeado de los suyos y de colegas que le apreciaron. Eugenio Domingo Solans ha fallecido, con 59 años, después de una larga enfermedad. Puede que este nombre no diga nada en un primer momento, pero si a continuación añadimos que fue el primer español en ingresar en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo y que fue uno de los encargados de introducir el euro en nuestras vidas en el 2002, comprobaremos como Domingo Solans cobra una importancia insospechada. Este barcelonés ha dejado tras de sí una gran obra. Un sistema monetario al que dentro de unos pocos años se incorporarán 10 nuevos países y una divisa que, tras unos inicios titubeantes, machaca día tras día al dólar (aunque esto también tenga sus inconvenientes). Una moneda, el euro, que cohesiona a unos estados que han decidido unirse en lo económico –con pros y contras incluidos- aun a costa de tener luego problemas en lo social para responder por lo que se hizo mal en el pasado, por los polvos de los que han salido los lodos de ahora. Domingo Solans abandona la vida en un momento económico delicado. La propia entidad de la que fue consejero hasta mayo de este año, cuando expiró su mandato, ha reconocido que el petróleo va a afectar el crecimiento de la zona euro. Y el Fondo Monetario Internacional, a su vez, ha advertido a España que no se va a librar de una contracción de previsiones de crecimiento. En el futuro hay nubarrones, se acerca la tormenta. Pero eso mejor lo dejamos para otro rato. Mejor dedicamos estas líneas al recuerdo de un hombre cercano, amable, con el que pude cruzar unas palabras hace un par de años y que, según reza en un comunicado del BCE, destacaba “por su entusiasmo y calidez, por su personalidad brillante y abierta”.