UNIÓN EUROPEA
Reino Unido y España lideran la oposición al reparto de poder que prepara la Convención
Por Txema García2 min
Internacional01-06-2003
El órgano encargado de preparar la futura Constitución de la Unión Europea, el Presidium de la Convención, adelantó la semana pasada la mayor parte de los artículos que integrarán el texto que será presentado finalmente el próximo 20 de junio.
El principal punto de discrepancia que surgió durante los trabajos de preparación de la Carta Magna se refiere al reparto de poder en la UE. En este sentido los representantes de Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Polonia, Chipre, Austria, Lituania, Suecia y España firmaron y difundieron un escrito en defensa de la fórmula de partición aprobada durante la Cumbre de Niza, en diciembre de 2000. En dicho documento, titulado “Una Constitución de la Unión para todos”, estas nueve naciones afirmaron que “el acuerdo institucional de Niza representa el punto de equilibrio entre los diferentes intereses en juego” y que sigue manteniendo su utilidad para la UE. El órgano director de la Convención, el Presidium, dirigido por el ex presidente francés Valery Giscard D´Estaing está fraccionado entre los que amparan que no se toque Niza y los que pretenden suplir esa compleja repartición de poder por otro sistema en el que las decisiones se tomarían en el Consejo por una mayoría de Estados que represente al menos el 60 por ciento de la población de la Unión Europea. El texto de la futura Constitución europea tuvo, asimismo, que sortear el escollo de cómo nombrar a la Unión y decidió borrar la palabra “federal” de la definición tal y como exigió Reino Unido. Finalmente se buscará una denominación más neutra, ya que en lugar de señalar que la UE ejercerá las competencias transferidas por los Estados mediante el modelo federal, señalará que lo hará a través del modo “comunitario”. Otro de los aspectos de la definición que suscitó polémica fue la supresión explicita de la palabra “Dios” de la misma. Se optó por incluir las referencias a ella en el preámbulo de la Constitución y no en el articulado del texto, como se barajó al principio. En este sentido se dice que la Constitución se inspira en “la herencia cultural, religiosa y humanista de Europa” y se menciona “el impulso espiritual” que existe en Europa, pero no se incluyen palabras como “Dios”. Por su parte, el Vaticano consideró “ofensivo” que el proyecto de Carta Magna europea no reconozca el “hecho histórico” de la influencia del cristianismo. La Constitución incluirá, según lo adelantado por la Convención durante la semana pasada, dos artículos que recogen la posibilidad de suspender a un país miembro que incumpla de manera “grave y persistente” los valores principales de la UE -respeto a la libertad, a la democracia, o los Derechos Humanos-, así como la puerta de salida para aquellos que deseen abandonar la Unión. Además, el Parlamento Europeo incrementará su influencia en el proceso de toma de decisiones comunitario quien decidirá junto con el Consejo de la UE las distintas políticas comunitarias. Otro cambio relevante introducido será la toma de decisiones por mayoría cualificada para muchos aspectos en los que ahora se aplica el voto por unanimidad.