FOTOGRAFÍA
Fallece el legendario fotógrafo Henri Cartier
Por Lola Ocaña2 min
Cultura05-08-2004
Poco después de hacerse pública la noticia de su muerte comenzaron a hacerse públicas las muestras de condolencia y los homenajes póstumos. El presidente francés, Jacques Chirac señaló que con Cartier-Bresson el país había perdido "un genio de fotógrafo, un verdadero maestro".
El fotógrafo, uno de los fundadores de la mítica agencia Magnum junto a Robert Capa y David Seymour, afirmaba que la cámara es "la prolongación" del ojo. Cartier-Bresson sborrecía los flashes de las cámaras y prefería que se mirara con sensibilidad sus imágenes. Por eso decía que en ocasiones le gustaría poner pies de foto falsas "para que la gente mire con sus ojos, no con el cerebro". Su vida siempre ha estado detrás de un objetivo. Apenas contaba 22 años cuando Cartier-Bresson marchó a Costa de Marfil a la aventura, trabajó como cazador y, lo que y fue allí donde tomó sus primeras fotografías. De vuelta a Francia para curar unas fiebres, se compró una Leica, la cámara que ha quedado asociada a la imagen del foto-periodista. En plenos años 30, París era un hervidero cultural, sería en ese momento cuando Cartier toma contacto directo con lo mejor del surrealismo y trabajó como asistente de directores de cine como Jean Renoir y Jean Becker. Su actividad profesional se fue encaminando al fotoreportaje, gracias a su carácter de trotamundos, que le llevaba del exotismo del Africa negra a la coronación de Jorge VI de Inglaterra, pasando por la Guerra Civil española. Décadas. Henri Cartier Bresson fue el primer fotógrafo occidental que pudo entrar en la Unión Soviética en 1954, tras la muerte de Stalin. A este fotógrafo universal se le asocia a acontecimientos clave de la historia del siglo XX por sus retratos de Fidel Castro o Ernesto Che Guevara, sus imágenes de la entrada de Mao en Pekín o la muerte de Gandhi. Son inolvidables sus fotos de Pablo Picasso, Henri Matisse o el matrimonio Pierre y Marie Curie, pero también de muchos anónimos en sus viajes por Asia y la la China revolucionaria. Tras cubrir guerras e importantes acontecimientos del siglo pasado, durante más de tres décadas en 1974 decidió dejar profesionalmente la fotografía para consagrarse a la que había sido su pasión de infancia, la pintura. En el año 2000 creó junto a su mujer, la también fotógrafa Martine Frank, una fundación que lleva su nombre para reunir su obra .