ENERGÍA
El precio del petróleo se estabiliza tras un agosto de continuos vaivenes
Por Gema Diego1 min
Economía05-09-2004
Dice la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que, por cada 10 dólares que suba el barril de petróleo, la economía crece cinco décimas menos. De momento, el oro negro se ha revalorizado un 36 por ciento en los últimos ocho meses, y el futuro sigue siendo incierto.
El crudo estadounidense ronda los 44 dólares y el barril Brent de Londres rebasa los 41. Son cifras altas, sensibles a la inestabilidad en Iraq y a la delicada situación de la petrolera rusa Yukos, que insufla 1,7 millones de barriles diarios en el mercado, el dos por ciento de la producción mundial. Pero también son valores que no tienen nada que ver con los del pasado 20 de agosto, cuando el barril de petróleo alcanzó un máximo histórico de 49,40 dólares. La tranquilidad ha llegado, de momento, gracias a la labor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que introduce 30 millones de barriles diarios en el mercado, e incluso prevé añadir cantidades adicionales para su próxima reunión el 15 de septiembre en Viena con el objetivo de bajar el precio hasta los 30 dólares. Su presidente, Purnomo Yusgiantoro, ha avanzado que los mecanismos para insuflar estos barriles están preparados, pero que “tradicionalmente” necesitan un período de año y medio para comenzar a funcionar. Otro buena noticia que ha evitado que no cundiera el pánico ha sido el descubrimiento de un yacimiento petrolífero submarino en el golfo de México. Esta bolsa energética eleva a 100.000 millones de barriles las reservas existentes en la actualidad y, si se explota, puede aumentar la producción mundial diaria en tres millones de barriles. Durante el mes de agosto, la victoria de Hugo Chávez en el referéndum convocado en Venezuela sirvió de contrapeso a los conflictos políticos en Nigeria y a las tormentas tropicales en México. Sin embargo, las cotizaciones del oro negro siguen muy por encima de la previsión de 35 dólares sobre la que se calcula el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) de un país, una circunstancia que España ya está comenzando a pagar.