PRESUPUESTOS
El déficit del Estado aumenta un 85 por ciento el primer semestre del año
Por Paula Escalada Medrano1 min
Economía24-07-2004
Sea como sea, sea para lo que sea, sea por lo que sea... el caso es que las cuentas del Estado no salen y la cantidad de gastos sobrepasa a la de ingresos. Y, como de alguien será la culpa, los que están a la cabeza de España se justifican o indican a los anteriores ocupantes como culpables y, lógicamente, los de la oposición se defienden con garras y uñas.
El déficit del Estado superó con creces las previsiones durante el primer semestre del año. Así, alcanzó los 5.167 millones de euros y superó en un 85,3 por ciento al del mismo período del año anterior. Los datos fueron ofrecidos la pasada semana por el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien acusó a las devoluciones del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) y del IVA del aumento del déficit español. El secretario dijo además que confiaba aún en mantener sus pronósticos y en que se corrija esa tendencia de alza en el déficit durante la segunda mitad del año para que aumenten los ingresos. Fernández Ordóñez no se aventuró, sin embargo, a dar una cifra aproximada del déficit que se espera para el total del 2004. Sí que lo hizo el ministro de Economía, Pedro Solbes, que vaticinó un incremento del déficit del Estado de un uno por ciento, frente al 0,4 por ciento esperado antes del comienzo del año. Aquí es cuando surge la polémica, pues Solbes acusó al anterior Gobierno, el del Partido Popular de Aznar, de ocultar y evitar pagos, es decir, de “déficit oculto”. Según Solbes, el aumento se producirá, entre otras cosas, debido a la suma de gastos no contabilizados por la anterior Administración por un valor de 6.149 millones de euros. La suma del pago pendiente a Andalucía, más el déficit existente en Radio Televisión Española, un crédito concedido a Argentina, y algunos ajustes menores no incluidos en la previsión inicial del déficit son los datos a los que Solbes se refiere. Sea por lo que sea, lo que está claro es que no se auguran buenos tiempos para la economía española.