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Un ciclo interminable de comparecencias desde Garzón a Fungairiño

Por Raúl Romero MartínTiempo de lectura2 min
España16-07-2004

Un caos de fechas, de reuniones, de llamadas, de nombres de explosivos. El después del 11-M y el antes del 11-M, día de los atentados, poco se habla en la comisión parlamentaria que investiga eso: los atentados terroristas del pasado 11 de marzo. Los dimes y diretes de Núñez ó Castells, la reaparición de Fungairiño... Sólo el jueves pasado, el juez Baltasar Garzón puso una nota de orden para cerrar la segunda semana de trabajo.

Los grandes partidos, antes de cualquier comparecencia, ya han dictado sentencia. Una vez oídas las declaraciones de los principales mandos policiales, la comisión parlamentaria ha comenzado una nueva fase con las comparecencias de magistrados y personas conocedoras o especializadas en el mundo islámico. La atención se centró esta semana en la declaración del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Garzón avaló la percepción dominante en la sociedad española de que "horas después de los atentados ya existían elementos para sospechar seriamente del terrorismo islámico". Garzón no dudó en asegurar que dos de los principales mandos de la Policía -Pedro Díaz Pintado, ex subdirector general operativo, y Jesús de la Morena, ex comisario general de Información- le hicieron saber el mismo día 11 por la tarde que sus sospechas apuntaban al terrorismo islámico. Acabadas las palabras de Garzón, entra en la sala otro magistrado, su contrapunto: Eduardo Fungairiño, fiscal jefe de la Audiencia Nacional. En dirección contraria a Garzón, Fungairiño declaró que hasta el 13-M pensó que los atentados eran obra de ETA. Y añadió: "Hasta que concluya la investigación judicial, no descarto ninguna posibilidad y no doy por cerrada ninguna línea de investigación". Fuingariño sorprendió a los diputados al afirmar que hasta el día de su comparecencia no había tenido noticia de un elemento clave de la investigación: la furgoneta localizada el mismo 11-M en Alcalá de Henares. El fiscal precisó que no lee la prensa y apenas ve la televisión, a lo que Fungairiño asintió con la cabeza. A la par de ambas comparecencias, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha sido el otro gran protagonista. Un supuesto informe del CNI que revela eventuales contactos entre Carod Rovira (ERC) y Arnaldo Otegi (EH) con objeto de impulsar una estrategia para alterar la jornada de reflexión ante el 14-M ha reabierto el debate de las escuchas a políticos. Nacionalistas vascos, también Batasuna y ERC dicen que "se intenta desvirtuar la comisión del 11-M". Para el Partido Popular, este informe demuestra el ansia de la entonces oposición por "agitar la calle contra el Gobierno de Aznar". La furgoneta de Alcalá de Henares y el Titadyne fueron el epicentro de las comparecencias del ex comisario general de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro y del que era subdirector operativo de la policía, Pedro Díaz-Pintado. Cuadro negó tajantemente haber dicho a Díaz-Pintado que el explosivo fuese Titadyne. Díaz-Pintado atribuyó el error a Cuadro. La dinamita era goma 2. Un detalle que desviaba de ETA. Sobre el registro de la furgoneta y la cinta con textos del Corán también hubo palabras. Dos policías niegan haber visto inicialmente los detonadores en la furgoneta de los terroristas al inspeccionarla en Alcalá. Un caos. La próxima semana más y así hasta que sus señorías se tomen unas vacaciones, pues parece difícil que haya alguna posibilidad de que la verdad sea esclarecida.