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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Una mujer preside por primera vez el máximo tribunal

Por Alberto Pequeño SalgueiroTiempo de lectura2 min
España16-06-2004

El Tribunal Constitucional (TC) ha decidido que una mujer sea su próxima presidenta. La catedrática en Derecho del Trabajo y Seguridad Social y magistrada del TC desde 1998 a propuesta del PSOE, María Emilia Casas Baamonde es la elegida. Esta gallega de 58 años ha roto las expectativas que perfilaban a Vicente Conde Martín de Hijas como nuevo presidente.

La historia del Tribunal Constitucional ha modificado su rumbo. María Emilia Casas Baamonde ya se ha inscrito en las páginas para el recuerdo del mayor órgano judicial español como la primera mujer que ocupa su Presidencia. Atrás quedan tantos años con presencia masculina a la cabeza del Constitucional. La nueva presidenta, magistrada del Tribunal Constitucional desde el 1998 a propuesta del PSOE, nació en León, hace 54 años, y es catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad Complutense de Madrid. Esta jurista, que cuenta con más de quince años de ejercicio profesional, ha deshecho los pronósticos que fijaban Vicente Conde Martín de Hijas como nuevo presidente, y se ha impuesto para sustituir a Manuel Jiménez de Parga. La ventaja para llegar a la presidencia se la atribuían a Conde Marín por su mayoría de edad y porque tan sólo le hacían falta los votos de cinco magistrados. A pesar de todo, Emilia Casas se llevó la Presidencia gracias al respaldo de siete de los doce magistrados. Las impresiones sobre la nueva presidenta la respaldan. Alvaro Rodríguez Bereijo, expresidente del Tribunal Constitucional, define a Casas como "una persona muy segura de sí misma, ambiciosa y muy consciente de su valía y capacidad". Elisa Pérez Vera, magistrada del Constitucional y amiga personal de Casas, asegura que se adaptará perfectamente a su nueva posición y que "es consciente de su responsabilidad". Pérez Vela recuerda además, que "el pleno del tribunal no es fácil. Somos 12 magistrados con sensibilidades, formaciones y lecturas distintas".Pero no todo son halagos y la circunstancia actual del estado autonómico hace de este nombramiento una realidad no exenta de polémica. No en vano, Casas votó en 1999, junto con otros tres magistrados del TC, en contra de la sentencia del Supremo que dictaminaba el encarcelamiento de la Mesa Nacional de HB, y en 2004, votó en contra de la impugnación que del Plan Ibarretxe había solicitado el Gobierno. También el marido de Casas, Jesús Leguina Villa, tiene su cierta relación con las inquietudes nacionalistas. Actualmente consejero del Banco de España, fue magistrado del TC en 1986 a propuesta también del PSOE, partido del que, como del PNV, fue asesor. Al servicio del Gobierno vasco, según Libertad Digital, elaboró un dictamen jurídico en contra de la Ley de Armonización del Proceso Autonómico.