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TOROS

Madrid y Sevilla buscan herederos a figuras

Por Almudena HernándezTiempo de lectura1 min
Espectáculos02-05-2004

Vuelve Manzanares padre, se dice por los pasillos de la Monumental de las Ventas. Será en el Corpus de Graná, se puede escuchar en los tendidos maestrantes, mientras discurren bajo el agua la Miniferia de la Comunidad de Madrid, el prólogo del ciclo isidril, y la feria de Abril sevillana, que este año añora el doble: a Curro y a Morante.

Preguntan los duendes dónde se ha ido el arte. Tanto en Madrid como en Sevilla despuntan toreros, porque han porfiado, porque han puesto valor, porque se lo merecían por las ganas que pusieron, por tantos tropezones de los que se levantaron, por las zancadillas que sufrieron, por su técnica, por su tesón... Ahí están novilleros y jóvenes matadores como Andrés Revuelta, Fernando Cruz, Serafín Marín, César Jiménez e, incluso, Jesuli de Torrecera. Éste cortó la semana pasada dos orejas a un toro en Sevilla. Es cierto. Quizás por eso José María Manzanares vuelve a vestirse de luces. Dicen que las segundas partes no fueron buenas. Algunas sí, si no la historia de la Tauromaquia se habría quedado sin el capítulo del toro blanco y de Antonio Chenel Antoñete. Pero es una lástima que tengan que volver los de antes para espabilar un poco el ambiente y que los toreros modestos se presten voluntarios a gestas en las que deberían medirse las figuras. Por cierto, ¿dónde están? José Ignacio Uceda Leal se encerró con seis astados el pasado domingo en la plaza de Madrid y cortó dos orejas para decir que él también existe, como Teruel. Cortó una oreja al primero y otra al último de los seis cornúpetas que pisaron el albero. Cayó una tromba de agua. En los tendidos, tres cuartos de aforo. Pero ninguno de los aficionados madrileños salió toreando de la plaza. "Ha estado bien", pero ya está. Sólo "bien". ¿Y en Sevilla? La corrida dominical se suspendió por la lluvia. A ver si estas aguas de mayo traen vida primaveral a la Fiesta. Falta un triunfo rotundo, fuerte y que esté dentro de la legitimidad taurina. A este paso va a hacer falta una resolución de las Naciones Unidas.