DEMANDA SOCIAL
Contra el terrorismo y por la Constitución Europea, lema del Día del Trabajador
Por Ana Romero Vicente1 min
Economía01-05-2004
El 1 de mayo, Día de los Trabajadores, amaneció triste. La incesante lluvia que cubrió casi todas las ciudades españolas fue el efecto evocador más penetrante de los atentados del 11 de marzo en Madrid. La lucha contra el terrorismo se convirtió en la reivindicación principal, una lucha que “respete las leyes internacionales y los derechos humanos”, según la declaración del Gobierno socialista.
En un segundo plano se plantearon las demandas sociales y laborales. Los dirigentes de los sindicatos mayoritarios, Cándido Méndez de UGT y José María Fidalgo, de CC.OO., coincidieron en varias de sus peticiones y alegaciones. Ambos apostaron por un gobierno de izquierdas que cambiará España por dentro y por fuera. Según Fidalgo, se debe resituar “a España entre los primeros defensores de la paz y el derecho internacional” e instó al gobierno a hacer una “regeneración moral contra lacras como la violencia de género, la siniestralidad laboral y la discriminación económica, étnica o de género”. Méndez, concretando más, apostó por el establecimiento de un Pacto por la Inmigración para que los trabajadores que vienen a España “no estén condenados a la ilegalidad”. Las manifestaciones no llegaron a ser multitudinarias, pero sus asistentes hicieron continuas y clamorosas reivindicaciones. La gente pidió la instauración de la Constitución Europea ahora más que nunca, en una Unión Europea compuesta por 25 países, para que sirva de unión a la gente del Viejo Continente y todos convivamos en igualdad y justicia. Apenas se registraron altercados durante las horas de manifestación. Diversos trabajadores de Nissan, Renault y otras compañías incurrieron entre los manifestantes para pedir el mantenimiento de sus empleos, y los trabajadores de Sintel también repitieron sus quejas este año, aunque esta vez sin agredir al líder de CC.OO., que tuvo que aguantar continuos abucheos e insultos.