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CASO PARMALAT

Se pide un juicio rápido contra Tanzi y 28 acusados más

Por Raquel IbáñezTiempo de lectura2 min
Economía19-03-2004

Italia con el caso Parmalat ha vivido el mayor fraude empresarial de la historia europea y la fiscalía de Milán no lo quiere pasar por alto. Quiere acelerar la investigación mediante un juicio rápido. El ministerio público italiano ha solicitado un proceso judicial por especulación para los implicados en la quiebra de la compañía Parmalat, la cual tiene una filial en España: Clesa.

El fraude asciende ya a 14.800 millones de euros. Son 29 los acusados, entre ellos se encuentran el fundador de la empresa, Calisto Tanzi, su hermano Giovanni, su hijo Stefano, los ex directores financieros Fausto Tonna y Luciano Del Soldato, los dos auditores de Deloitte&Touche, Adolfo Mamoli y Giuseppe Rovelli; y los dos directivos de Grant Thornton, Lorenzo Penca y Maurizio Bianchi, así como el abogado del grupo, Gianpaolo Zini y tres ex empleados de Bank of America. Pero aquí no acaba la cosa, además la fiscalía italiana pide que el juicio se haga extensivo a tres personas jurídicas. Las demandadas son la filial italiana de Deloitte&Touche, la antigua unidad en ese país de Grant Thornton, ahora llamada Italaudit, así como el negocio italiano de Bank of America. Este último banco fue el que destapó el pasado diciembre el fraude al declarar como falso un documento que justificaba un depósito por valor de casi 4.000 millones de euros en las Islas Caimán. Los investigadores han encontrado indicios de que la antigua directiva de Parmalat escondió las pérdidas y creó activos ficticios durante una década y que los auditores y banqueros conocían la verdadera situación del grupo sin hacerlo público. Son los fiscales Francesco Greco, Carlo Nocerino y Eugeni Fusco los que han solicitado el juicio rápido, que se celebraría sin audiencia preliminar para no retrasar el proceso. La demanda formal para este proceso se concreta en la acusación por especulación abusiva. Los otros delitos que planean sobre los implicados son los de emisión de comunicados falsos, manipulación de mercado, bancarrota fraudulenta, asociación para delinquir y obstrucción de la supervisión del regulador del mercado italiano, Consob. Será el juez de primera instancia, Guido Piffer, quien tome la decisión de poner en marcha el proceso. Si los jueces rechazan este procedimiento, los fiscales tendrían que buscar más pruebas para llevar a los acusados de este complejo caso a juicio.