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ANÁLISIS DE LA SEMANA

¡Ay! ¿Quién maneja mi barca?

Fotografía
Por Amalia CasadoTiempo de lectura1 min
España22-02-2004

Eurovisión demostró en 1983 que la duda no es buena compañera de viajes: Remedios Amaya no sabía quién manejaba su barca pero estaba dispuesta, como decía la canción, a “por mucho que tú me pidas, yo te lo doy”. Y con aquella tremenda confusión vital y existencial consiguió un cero Zapatero. La mano que maneja la barca es como la que mece la cuna: es la mano que mueve el mundo. Así de peligrosas se ponen las cosas para el PSOE y para España. Entre los muchos problemas de zapatero, uno de los más importantes es el del estatuto del Partido Socialista catalán, con su extraña autonomía que tiende a ser independencia, y que perjudica gravemente los intereses, la imagen y la credibilidad de un partido con aspiraciones nacionales y que, al menos en principio y por principios, declara ser un partido constitucionalista dispuesto a gobernar para todos los españoles, catalanes incluidos. Y vascos incluidos. En este PSOE dividido no se sabe quién tiene las riendas, y los razonamientos lógicos sencillos de hacer después del anuncio de una tregua de ETA en el territorio catalán llevan a conclusiones que da miedo formular: Zapatero, Maragall, Carod-Rovira-cúpula de ETA. La canción sólo decía tres cosas, pero tres cosas importantes: se formulaba la pregunta fundamental, la pregunta por el sentido: a dónde voy, quién quiero ser. O, lo que es lo mismo, en manos de quién pongo el rumbo de mi vida. A continuación hacía un diagnóstico de la situación: a la deriva me lleva. Y por último, aunque sin plantearlo como tal, proporcionaba la clave para salvar la barca del naufragio y de la total desorientación: Por mucho que tú me pidas, yo te lo doy. Y ahí está la cuestión: la identidad de un partido no tiene un precio.