TOROS
José Tomás abre de nuevo la Puerta del Príncipe
Por Almudena Hernández Pérez2 min
Espectáculos29-04-2001
La Feria de Abril parecía estar predestinada. Lo profetizó José Tomás el Domingo de Resurrección. El torero de Galapagar ha vuelto a abrir la Puerta del Príncipe al sumar las tres orejas necesarias para cruzar en hombros el dintel más importante de La Maestranza de Sevilla. Ya cruzó la Puerta del Príncipe el pasado día 15.
Un lleno sin billetes predecía la expectación. José Tomás vendió su toreo caro la tarde del sábado 28, frente a los toros de Núñez del Cuvillo. Fernández Pineda, que tomaba la alternativa, no logró sobresalir en el único toro que lidió. El nuevo matador resultó herido en el último tercio, con rotura de cúbito y radio del brazo derecho. A Joselito, padrino de la ceremonia, no se le vio. Frente al toreo caro, inversión en euros y expectación la que harán los aficionados para las próximas citas de José Tomás. Los terrenos que pisa el diestro están en ese rinconcito de albero en el que uno se hace millonario, pero la cornada siempre está a puntito de rozar el muslo y muchos corazones no lo aguantan. José Tomás sí y, además, torea bonito. Que sea por mucho tiempo. Palpitó joven el corazón de Julián López El Juli y logró una oreja de un toro de José Luis Marca tras despacharle de una estocada. En la misma tarde, la víspera del advenimiento del triunfo tomasista, Ortega Cano dio una vuelta al ruedo y Enrique Ponce resultó silenciado. Mucho silencio y respeto hay en Sevilla, enamorada ahora de José Tomás, precisamente este año, que no está Curro... Los tendidos premiaron con una oreja a Víctor Puerto, que quiere invertir en la Bolsa del toreo para recuperar aquellas posiciones que se ganó antaño. Fue en la corrida de Torrestrella. En la de Alcurrucén, otro joven espada, Eugenio de Mora, quiso hacer trueque con su vida a cambio de una vuelta al ruedo y, frente a los ejemplares de El Pilar, hizo lo propio Manuel Jesús El Cid. Jesulín paseó el anillo el domingo, un símbolo más de vida nueva para quien ha vuelto porque quiere y no porque busque dinero. Se sabe que los millonarios, los de todos los ámbitos, consiguen serlo arriesgando capital o, en su defecto, especias.