PESTE PORCINA
La UE prolonga las medidas cautelares ante la aparición de nuevos casos
Por Aarón Abad
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Sociedad14-07-2001
Los focos de peste porcina detectados en España alcanzan ya la veintena. La cercanía entre las granjas incrementa el riesgo de contagio, lo que ha provocado la aparición de cinco nuevos brotes, en Valencia y Cuenca. Ante este panorama, la Unión Europea ha ampliado las limitaciones geográficas para exportar este tipo de animales.
Hace más de un mes que se inició la epidemia de peste porcina en España, y desde entonces se han adoptado medidas restrictivas para el comercio y movilización de cerdos. Bruselas, que en un principio calificó de excesivas las prohibiciones impuestas por el Gobierno, ahora ha decidido ampliar la fecha de prohibición de las exportaciones, aunque no considera necesario ampliar el embargo a la totalidad del país. Las regiones afectadas son Cataluña (especialmente Lérida), Valencia (con nuevos focos en Alpuente) y Cuenca. Todavía no se descarta la aparición de nuevos brotes, dada la cercanía de muchas granjas entre sí, y algunas de ellas situadas a poco más de un kilómetro de las afectadas por la fiebre porcina. Aún se desconoce el origen de esta epidemia, pero los ganaderos aseguran que en ninguna de sus comunidades se inició el primer brote, y opinan que si se ha producido por alguna importación, la enfermedad podría afectar a cualquier región. Las medidas de inmovilización que en principio concluían el domingo, seguirán vigentes hasta finales de julio. Esta decisión preocupa a los ganaderos, que tendrán que sacrificar cerca de 14.000 cabezas. Sólo en Cataluña se han sacrificado ya más de 50.000 cerdos y se han inmovilizado un millón. Las asociaciones de ganaderos consideran excesiva esta prohibición y reclaman 1.700 millones de pesetas por las pérdidas ocasionadas. La crisis provocada por la fiebre aftosa y las vacas locas se prolonga ahora con esta enfermedad que está ocasionando enormes dificultades al sector ganadero. El sindicato Unió de Pagesos estudia demandar a la Comisión Europea por las pérdidas provocadas por la encefalopatía espongiforme bovina, de la que también se consideran víctimas.