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LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Un ‘año negro’ para la libertad de prensa

Por Cristina FuertesTiempo de lectura3 min
Comunicación11-01-2004

La palabra, la pluma y las cámaras siempre han sido las únicas armas con las que han contado los millones de reporteros que se han trasladado a cubrir cualquier conflicto internacional. Sin embargo, el periodista, movido por su afán de la búsqueda de la verdad, siempre ha sido el enemigo número uno de los regímenes dictatoriales e incluso, en ocasiones, de los democráticos.

Aunque todos los años el periodismo llora por sus profesionales, el 2003 ha sido un año negro para la libertad de la prensa. El informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSP) refleja que 42 periodistas han muerto, mientras que en el 2002 sólo se contabilizaron 25 muertes violentas entre los profesionales de la comunicación. Este año negro sólo se asemeja al de 1995, en el que 49 periodistas perdieron la vida mientras intentaban contarle al mundo los horrores de un conflicto bélico. Esta organización no gubernamental francesa, RSP, explica que el enorme despliegue militar y la cobertura mediática que fueron consecuencia de la reciente guerra de Iraq ha sido lo que ha provocado que el número de periodistas muertos se haya disparado. Tan sólo en este conflicto 14 periodistas perdieron la vida, entre ellos, el cámara de Tele 5 José Couso y el reportero de El Mundo Julio Anguita Parrado. Colombia y Filipinas han sido calificados, en dicho informe, como uno de los países que más muertes violentas ha registrado, con siete y cuatro respectivamente. Asimismo, en el conflicto árabe-israelí dos periodistas perdieron la vida. Por otro lado, los atentados contra la libertad de prensa no sólo han estado marcados por la muerte de 42 profesionales, sino también por la detención de 766 informadores, las agresiones y las amenazas que 1.460 periodistas han sufrido y la censura (y autocensura) de 501 medios de comunicación. Sin embargo, en la actualidad 124 periodistas siguen encarcelados. La novedad del informe de este año es la de analizar la censura y la represión que se está llevando a cabo por el uso de Internet. El premio se lo lleva China, la cual ha dotado a sus sistemas de una tecnología punta para controlar la Red y capturar a aquellos que incumplan las reglas. Actualmente, 61 ciberdesidentes están encarcelados. En el informe de RSF, se advierte que el “constante aumento de atentados a la libertad de prensa del 2001 está relacionado con la lucha contra el terrorismo y las leyes antiterroristas” que algunos países adoptaron después del 11-S. Sin embargo, EE.UU. no aparece reflejado en este apartado por las medidas que atentan contra el derecho a la intimidad de los ciudadanos, aprobadas con el objetivo de luchar contra el terrorismo internacional. Asimismo, este informe anual afirma que “la cobertura de la guerra de Iraq reveló el alto nivel de censura, sobre todo de autocensura de la prensa árabe”. Sin embargo, nada dice de la manipulación y censura de los medios estadounidenses en lo que se refiere al tratamiento informativo de la guerra de Iraq, así como al despido de muchos periodistas de medios de comunicación americanos que estaban destinados en Iraq. El motivo de este apoyo ha sido que después de que la ONU retirara la financiación a RSF, esta organización ha estado financiada por EE.UU., según el informe del periodista Jean Guy Allard. Por otro lado, el informe apunta que “en España, la lucha contra la organización terrorista vasca ETA araña la libertad de prensa” debido al cierre del periódico de lengua vasca Euskaldunon Egunkaria, que se llevó a cabo como “medida preventiva”. Sin embrago, nada dice de los cientos de periodistas, así como de los medios de comunicación que están amenazados por la banda etarra.