Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

PROPUESTAS ELECTORALES

El programa electoral del PSOE destapa la ‘caja de Pandora’

Por Cristina Iglesias DíazTiempo de lectura2 min
España11-01-2004

El PSOE se ha situado en el punto de mira de la política española al hacer público su programa electoral. Las críticas vertidas por el PP durante esta semana se han centrado en la destrucción del Estado español que proponen los socialistas.

Un nuevo Estado reformado desde las raíces, desde la Constitución, el Tribunal Supremo y el sistema financiero. Una agencia tributaria propia y un tribunal de máxima instancia en cada una de las comunidades autónomas. Estos son algunos objetivos que se plantean en el programa electoral del PSOE y que ha levantado ampollas entre los miembros del Partido Popular. Desde que el pasado día seis de enero, el presidente del Gobierno, José María Aznar, hizo pública su opinión acerca de las propuestas socialistas, las críticas sobrevuelan el terreno político nacional. A lo largo de su exposición realizada durante una reunión informal con periodistas en la recepción que siguió a la Pascua Militar, Aznar dejó clara su postura: hay similitudes entre las propuestas del programa socialista y las del Plan Ibarretxe, que atacan la idea existente de Estado. La atención del presidente del Gobierno se centró especialmente en la reforma del sistema judicial y tributario. Estas reformas supondrían el principio del cambio total de España. Unas reformas a las que seguiría la creación de 17 cuerpos de seguridad y 17 Fuerzas Armadas, una por cada comunidad autónoma. Afirmó que la creación de comunidades totalmente independientes de un Estado central imposibilita la existencia de España como nación. Añadió que España es el país "más descentralizado del mundo" aunque conserva la cohesión por medio de un esqueleto que los socialistas pretenden dinamitar. Para finalizar su intervención, tomó como ejemplo las palabras del presidente federalista de Alemania, Johannes Rau, quien apoyó la imposibilidad de mantener un Estado compuesto por un gran número de comunidades federales. Al día siguiente, el secretario general del PP, Mariano Rajoy, se unió a las críticas de Aznar y calificó las propuestas socialistas como "disparatadas y grotescas". Las reformas del PSOE presupondrían 17 comunidades autónomas independientes y sin ninguna vinculación unitaria, y cada una con sus propios órganos judiciales y financieros. Expuso Rajoy que la completa reforma del actual Estado español era la mecha que en un futuro detonaría el caos judicial además de las diferencias entre los españoles, debido a que unas comunidades y sus ciudadanos tendrían más facilidades de otras, vulnerándose el principio de igualdad entre todos los españoles. Apoyó que la reforma del modelo tributario ya se llevó a cabo hace tres años, por lo que el sistema es moderno y no cabe una nueva metamorfosis en la legislatura que comienza. Aznar y Rajoy actuaron como portavoces de los miembros del Partido Popular además de algunas voces socialistas que no consideran adecuado el programa revolucionario del PSOE.