ARGELIA
En libertad los líderes históricos del integrismo argelino tras 12 años de prisión
Por Txema García2 min
Internacional04-07-2003
La puesta en libertad de ambos dirigentes está condicionada por unas medidas de restricción de las libertades que afectan principalmente a Madani, entre las que están las de intervenir públicamente o afiliarse a una formación política, según anunciaron las autoridades argelinas.
Ali Benhach es un ideólogo y un temible tribuno que goza de gran predicamento entre los jóvenes y con gran autoridad en los grupos islamistas armados que combaten al régimen. Mientras, Abasi Madani es el auténtico líder carismático. Inició su carrera política en el Frente de Liberación Nacional (FLN) y terminó en el islamismo político tras una estancia en Reino Unido, donde se doctoró en pedagogía. El desencuentro entre las autoridades y el islamismo proviene de las elecciones de diciembre de 1991, en las que los resultados de la primera ronda, para la renovación de 430 escaños del Parlamento, dieron la victoria al FIS, que obtuvo 188 escaños y el apoyo de 3,2 millones de votantes. El por entonces presidente Chadli Benjedid renunció bajo fuertes presiones del Ejército y políticos temerosos de una victoria de los islamistas y se instaló en el poder un Alto Consejo de Seguridad integrado por tres militares y el primer ministro. El 9 de febrero, el Alto Consejo de Estado proclamó el Estado de emergencia en todo el país. En marzo de 1992 el FIS fue ilegalizado. En los primeros días de abril, el Gobierno disolvió cerca de 400 ayuntamientos gobernados por miembros del FIS desde las elecciones municipales de junio de 1990. En septiembre de ese año, el Gobierno del primer ministro Belaid Abdelsalam decretó una serie de medidas “antiterroristas”, entre ellas la ampliación de la pena de muerte a varios delitos. En febrero de 1993, el Alto Consejo de Estado extendió el Estado de emergencia indefinidamente, impuso el toque de queda en Argel y en cinco provincias y disolvió todas las asociaciones vinculadas con el FIS. La ilegalización del Frente Islámico de Salvación fue el detonante de la posterior guerra civil, al constituirse varios grupos armados integristas que iniciaron la era de las matanzas y atentados. En dicha crisis han muerto de forma violenta más de 150.000 personas según cálculos de los medios políticos.