UNIÓN EUROPEA
Aprobada la nueva Política Agraria Común
Por Ana Romero Vicente1 min
Economía26-06-2003
España debe sentirse satisfecha. Así lo ha manifestado el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que ha conseguido ser escuchado y sacar adelante propuestas que en un principio denegaban tajantemente desde la Comisión de Agricultura Europea. Su comisario, Franz Fischler, ha tenido que ser flexible ante las protestas que emergían desde Francia y España para poder aprobar la nueva PAC, en negociaciones desde hace meses.
La principal preocupación para varios países europeos era que la sustitución de ayudas por producción a cambio de primas para aquellos que pongan en marcha más explotaciones se hiciera de golpe. Sin embargo, se irá haciendo de forma gradual para que el cambio no sea tan brusco: en el 2005 del tres por ciento; en el 2006 del cuatro por ciento y en el 2007 del cinco por ciento. El recorte de las ayudas directas tiene como objetivo que los agricultores no produzcan más de lo que se demanda. Y ahora, si quieren recibir subvenciones, tendrán que cuidar los medios de trabajo que utilizan, adecuarse a los condicionamientos medioambientales impuestos desde la UE, velar por una mayor calidad de sus productos, etc. Las Islas Canarias han sido las únicas, por su condición de región ultraperiférica, que seguirán percibiendo íntegramente las ayudas, sin verse afectadas por esta nueva legislación. También los productores de trigo españoles tendrán que adecuarse a la rebaja de ayudas cifrada en 85 millones de euros. Las mejoras para España se centran en los cultivos de arroz y de frutos secos, para los cuales han aumentado los fondos de ayuda. También el vacuno obtendrá una prima especial, así como la leche, aunque será insuficiente para los productores de Galicia y la cornisa cantábrica. Con esta nueva reforma de la Política Agraria Común, la UE no está reduciendo en gastos. Está redistribuyendo los fondos para poder afrontar la nueva situación que se va a generar con la adhesión de 10 miembros más.