TOROS
El Califa y los toros de Victorino salvan la Feria de San Isidro
Por Almudena Hernández
2 min
Espectáculos08-06-2003
"Mañana no vuelvo" ha sido el comentario más usado por la afición madrileña durante la Feria de San Isidro 2003. Hasta que llegó José Pacheco El Califa y rompió el cerrojo que sellaba la puerta grande de la plaza de toros de Las Ventas. Fue casi al final del ciclo, el martes día 3 -dos días después de fallecer el padre del torero-, y en esa ocasión los aficionados salieron toreando de la primera plaza del mundo y con ganas de volver.
José Pacheco El Califa hizo méritos para salir en volandas hacia la calle de Alcalá y para resultar triunfador de la Feria de San Isidro 2003. El jurado de uno de los premios más prestigiosos, el Mayte, le ha reconocido como el matador más destacado del ciclo isidril. Antes, y después, la feria discurrió sin grandes sobresaltos por el triunfo apoteósico. Ha pasado más de un mes de toros en el que precisamente toros apenas pudieron verse en su esplendor. Ha habido mansedumbre y falta de fuerzas a toneladas -calculen número de astados lidiados a más 500 kilos la unidad- hasta que llegó el encierro de Victorino Martín en la última corrida de la feria, el sábado 7. Esta vez, no sólo toreando, la afición salió de la primera plaza del mundo embistiendo y con ganas de otra feria. Quizás la popularidad y el renombre de la ganadería pesaron en la subjetividad de los tendidos, pero después de lo mucho visto -y salvo importantes excepciones como un toro de El Ventorrillo y las novilladas de La Quinta y Fuente Ymbro-, el toro Gaditano, de Victorino Martín, lidiado el sábado por Manuel Jesús El Cid, ha sido el mejor astado de la Feria. Lo reconocen así los premios Mayte, galardones que afirman que el mejor quite de riesgo lo ejecutó Rafael Perea El Boni y que el par de banderillas mejor ejecutado lo puso David Fandila El Fandi. El apartado del premio al mejor picador ha quedado desierto, quizás sea una llamada de atención a los varilargueros. Mas no todo lo bueno de San Isidro 2003 lo han protagonizado José Pacheco El Califa y los toros de Victorino Martín. Ha habido toreros que han merecido la puerta grande por su saber estar en la plaza y su toreo. Los mismos diestros también se han ganado la condena a los infiernos por el uso de la espada. La terna de los victorinos es un ejemplo: Luis Francisco Esplá, Manuel Jesús El Cid y un torero ambicioso y luchador, Fernando Robleño. Mas ninguno de ellos, al igual que Iván García, Serafín Marín, José Antonio Morante de la Puebla y Julián López El Juli, forman parte del cartel de la corrida de la Beneficencia del 19 de junio. La terna la podrían componer Enrique Ponce, José Ignacio Uceda Leal -que cortó una oreja- y El Califa, con toros de Samuel Flores.