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RELIGIÓN

El viaje número cien del Papa, a Croacia

Por Miriam AlviteTiempo de lectura1 min
Sociedad08-06-2003

La visita del Papa al país balcánico se ha desarrollado por distintas localidades del país, y el fin último de esta visita a Croacia, que hace la número cien de las efectuadas por Juan Pablo II al extranjero, es mejorar las relaciones entre el Vaticano y la comunidad católica croata. Su primer destino ha sido Rijeka, a unos 200 kilómetros al suroeste de la capital, Zagreb.

El avión aterrizó en el aeropuerto de la isla de Krk al mediodía del jueves de la semana pasada, donde unas 2.000 personas esperaban ansiosas su llegada. La gran mayoría de los que se acercaron a recibir al Papa eran jóvenes, público muy característico en las recepciones papales ya que en Madrid también fue espectacular la acogida de los jóvenes. Entre esas 2.000 personas se encontraban creyentes de menos edad, representantes de la cúpula católica croata, el presidente, Stipe Mesic, y el primer ministro, Ivica Racan. Todos ellos recibieron con los brazos abiertos a un hombre de 83 años que no deja de viajar por el mundo, y no desiste en la función de comunicar el mensaje de Cristo, y que ha llegado a Croacia en su viaje número cien. Juan Pablo II no ha dudado opinar sobre la inclusión de Croacia en la Unión Europea y ha dicho que "Croacia presentó recientemente su candidatura para formar parte integrante, tanto desde el punto de vista político como económico, de la gran familia de los pueblos de Europa. Espero que una tal inspiración sea felizmente alcanzada... La rica tradición de Croacia contribuirá seguramente a reforzar la Unión, no sólo como entidad administrativa, sino también territorial, cultural y espiritual". La adhesión de Croacia a la Unión Europea tendrá lugar en el año 2007. Además, el Papa no se ha olvidado de la guerra de la antigua Yugoslavia, y ha condenado todas las guerras y recordado que "aquellos con responsabilidades civiles o religiosas no deberían dejar de curar las heridas causadas por una guerra cruel y sanar los efectos de un sistema totalitario que por mucho tiempo intentó imponer una ideología contraria al hombre y a la dignidad".